EFECTOS DE LA CRISIS

El Govern vuelve a culpar al Estado de la menor inversión en políticas sociales

La Generalitat se desmarca del informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales

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Beatriz Pérez

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El último informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales refleja que Catalunya invierte casi un 20% menos en políticas sociales que antes de la crisis. No obstante, el Govern alega que en el 2018 Catalunya invirtió 10.400 millones de euros en salud, "la cifra más alta de la historia" que representa "casi un 18% más que en el 2013", año en que la inversión fue de 8.839,8 millones. Aun así, la propia 'consellera', Alba Vergés, reconoció hace un año que, pese a todo, aún no se ha podido recuperar "todo aquello en lo que la crisis hizo estragos". De aquellos 1.500 millones recortados por Artur Mas solo se han recuperado 500.

Con todo, el Govern asegura "estar trabajando" para que, en el 2020, los presupuestos aumenten en más de 2.500 millones con respecto a los actuales. "Nuestro sistema sanitario es puntero en Europa y universal, atendemos a todo el que lo necesita", precisan fuentes de Salut, que también denuncian la "falta de responsabilidad del Estado", que "mantiene algunas competencias centralizadas mientras delega las obligaciones de ejercerlas y financiarlas a las comunidades". "Por ejemplo –insisten-, el Estado autoriza qué tratamientos se realizan y cuáles no, pero no invierte en las comunidades que deben realizarlos".

El Govern también defiende que, el año pasado, Catalunya invirtió 2.116 millones en programas sociales (110 millones más que en el 2009), así como 240 millones de euros que se fueron directos a la renta garantizada de la ciudadanía. También denuncia que la financiación de la dependencia está congelada desde el 2011, por lo que la Generalitat tiene que "aportar recursos propios".

Por último critica que el estudio de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales compara el gasto liquidado de salud del 2009 con el gasto liquidado en el 2019. "No es correcto y es poco cuidadoso utilizar así los datos, porque solo se refiere al gasto contabilizado en el presupuesto y no siempre se corresponde al gasto real que observa el ciudadano".