ANTE EL JUEZ

Bernardo Montoya declara que su exnovia mató a Laura Luelmo con un martillo

Bernardo Montoya Navarro

Bernardo Montoya Navarro / periodico

Vanesa Lozano

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Bernardo Montoya, el único acusaso de violar y matar a la joven zamorana Laura Luelmo en la localidad onubense de El Campillo el pasado 12 de diciembre, se declara ahora inocente del crimen y ha culpado este jueves a su exnovia, Josefa, de asesinar a la profesora "de tres golpes en la cabeza con un martillo" en su declaración ante el juez.

De acuerdo con su nueva versión, el día que desapareció Luelmo, Josefa, a la que no veía "desde hacía tres años", se presentó en su casa de El Campillo para visitarle. Cuando ambos estaban en la puerta, encendiendo un brasero, la joven, cuya vivienda estaba ubicada frente a la de Montoya, "se acercó a preguntarle por un supermercado" y él le dio indicaciones, volviendo a hablar con la chica cuando esta regresó de hacer la compra. Entonces, de acuerdo con la declaración del acusado, Josefa le recriminó haber hablado con Luelmo e incluso lo acusó de "alquilarle la casa a Laura a cambio de mantener relaciones sexuales"

Una discusión

Montoya asegura que entró al baño de la vivienda y, al salir, encontró a Josefa y Laura discutiendo en el salón y su exnovia propinó "un golpe en la cara a la chica con un palo de escoba" y terminó dándole tres martillazos en la cabeza".

De acuerdo con esta nueva versión, Montoya solo sería culpable de ayudar a su exnovia a deshacerse del cuerpo de la profesora. Así, Montoya habría trasladado en su coche el cadáver de Luelmo hasta el paraje donde finalmente lo encontraron. El abogado del acusado, Miguel Rivera, ha explicado antes de entrar en el juzgado para la declaración que Montoya "dará detalles al juez sobre el lugar donde podría estar escondido el cuchillo" del crimen. También solicitará que se revisen las imágenes de las cámaras de seguridad de una gasolinera donde habría repostado aquel día "cuando iba junto a Josefa", con el fin de acreditar la presencia de la mujer en la zona.

Se trata de la tercera versión de Bernardo Montoya, a la que los investigadores no otorgan ninguna credibilidad. Cuando fue detenido por la Guardia Civil, Montoya confesó haber asaltado a Laura Luelmo cuando la joven regresaba del supermercado y haberla golpeado contra la puerta de su coche. Luego, explicó, la trasladó al campo con el objetivo de agredirla sexualmente, pero, según su versión, no consumó la violación (que finalmente ha quedado acreditada por el informe forense). Después, ante el juez, añadió que, antes de abandonarla en el paraje de Las Mimbreras, le golpeó la cabeza con una piedra porque se dio cuenta "de que estaba sufriendo".