RESPUESTA DE LA ABADÍA

Montserrat teme que salgan más casos de abusos sexuales

Montserrat traslada a la comisión independiente datos de nuevos casos abusos

El portavoz del monasterio, el padre Bernat Juliol, ha explicado que sobre los dos nuevos casos de presuntos abusos que han aparecido en la prensa -uno el domingo en el diario Ara y otro hoy en El Periódico- el monasterio 'no tenía ningún conocimiento de los mismos ni existía ninguna denuncia al respecto'. / periodico

J. G. Albalat

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La Abadía de Montserrat teme que salgan a la luz más casos de abusos sexuales. Esta es una de las razones por la que la comunidad benedictina creó la semana pasada una comision de transparencia o investigación, que se reunirá esta semana para iniciar los trabajos. El abad Josep María Soler ha decidido trasladar a este equipo todas las informaciones "que pueda reunir" sobre las informaciones que han dado cuenta de dos nuevas presuntas víctimas de abusos sexuales por parte del monje Andreu Soler, para que las incluya en las conclusiones que elaborará y tras las cuales la orden religiosa "tomará las decisiones que se consideren oportunas". Es posible que la comisión cite a estas dos personas y a Miguel Hurtado, el primero que hizo público las vejaciones, para ser escuchados. 

El portavoz del monasterio, el padre Bernat Juliol, ha explicado que el monasterio "no tenía ningún conocimiento" de los dos últimas casos revelados en las últimas 48 horas por EL PERIÓDICO y el diario 'Ara' y previamente no se había producido "ninguna denuncia al respecto". 

"El monasterio colaborará siempre con la comisión y hará todo lo posible para que se conozca la verdad", ha asegurado Juliol, que ha vuelto a expresar la "más absoluta condena" del monasterio a cualquier tipo de abusos a menores, su "solidaridad con las víctimas" y su "compromiso a favor de la verdad".

Juliol ha recordado que la semana pasada abrieron la dirección de correo electrónico transparencia.montserrat@gmail.com para que "cualquier persona o medio de comunicación puedan aportar la información que tengan", que será analizada por la comisión independiente, aunque ha puntualizado que "por prudencia y por respeto a la comisión" no harán públicos "en este momento" los debates que mantenga ni las denuncias que lleguen por correo electrónico.

Los investigadores

La comisión creada para investigar los casos de presuntos abusos cometidos por monjes de Montserrat está formada por la abogada y diputada de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Barcelona Cristina Vallejo; el médico y exconseller Xavier Pomés; la psicóloga Begoña Elizalde; y el propio Bernat Juliol, éste último con voz pero sin voto en la comisión. Desde algunos sectores se ha criticado que en el equipo se incorpore el religioso y han apuntado que debería ser "más imparcial", aunque otras fuentes consideran imprescindible para las averiguaciones conocer de primera mano como funciona la abadía.

Unos de los objetivos de esta comisión será averiguar si realmente, como han denunciado públicamente algunas de las supuestas víctimas, se escondieron sus quejas por parte de los máximos responsables de la institución religiosa. En la primera reunión, está previsto que la comisión concrete la forma de trabajar y el reparto de labores entre sus componentes. El paso del tiempo dificultarán las pesquisas.    

El tercer testimonio

Un hombre de 63 años. J.R. Martínez, ha revelado este lunes en EL PERIÓDICO que en 1971, cuando era un adolescente, sufrió abusos sexuales del monje Andreu Soler, quien falleció en 2008 tras estar cuarenta años al frente del grupo escultista del monasterio.

Con este son tres los hombres que aseguran haber sido víctimas del monje cuando eran adolescentes, después de que la pasada semana revelara su caso Miguel Hurtado, un psiquiatra residente en Londres que sostiene que el clérigo abusó de él cuando formaba parte del movimiento 'scout' de Montserrat.

El diario 'Ara' dio a conocer ayer un segundo caso, el de Ricard Zamora, que en la actualidad tiene 55 años y que asegura que en 1997 o 1998, cuando tenía 15 o 16 años, el religioso se metió en su cama y le hizo tocamientos en los genitales.