James Rhodes: "Es demasiado tarde para mí, pero no para los niños españoles"

James Rhodes (Londres, 1975) es la cara más conocida de la campaña a favor de la ley contra la violencia infantil. El famoso pianista londinense sufrió a partir de los seis años las violaciones de su profesor de gimnasia, que le dejaron secuelas físicas y psicológicas de por vida. Instalado en España desde hace poco más de un año, no ha dudado en reunirse con Pedro Sánchez y otros líderes políticos para impulsar la pionera normativa.

¿Por qué ha decidido implicarse a fondo en que un país que no es el suyo apruebe una ley de protección integral a la infancia?

La ley contra la violencia infantil ampliará los plazos de prescripción

España es mi hogar. Quizás no sea mi país pero yo siento que es mi comunidad. Y aquí cada semana se publica una noticia sobre violaciones y abusos contra niños y, aunque sé que es demasiado tarde para mí, creo que puedo ayudar a mi vecindad haciendo todo lo posible para que España sea un lugar más seguro para los niños.

¿Qué contenidos considera imprescindibles que contemple la nueva legislación?

Creo que debería contener una reforma profunda del sistema judicial, protocolos de actuación y formación para familias y escuelas, cambios en la prescripción de los delitos y apoyo a las víctimas de abuso.

Además de con Pedro Sánchez, se ha  reunido con PP y Ciudadanos. ¿Cree que estos partidos facilitarán que la ley se apruebe con rapidez?

Espero que sí, pero no lo sabremos hasta febrero, cuando la norma comience a debatirse en el Congreso. Esta ley fue iniciada y trabajada de manera muy profunda por el PP en el 2016 y luego fue heredada por el PSOE. Además, Albert Rivera ha prometido un apoyo total y urgente. En definitiva, todos quieren lo mismo: que los niños tengan la oportunidad de crecer y desarrollarse sintiéndose seguros. Y estoy seguro de que todos los políticos verán que no se trata de que un partido en particular obtenga crédito de la iniciativa, sino que España se convierta en un ejemplo para el resto del mundo sobre cómo se debe tratar a los niños. Por esta razón, mi esperanza más sincera es que este tema no se convierta en un tipo de juego en el que diferentes partidos políticos utilizan el tema de la violanción infantil para obtener votos. Se trata de la vida y la muerte de los menores. Es un problema humanitario y no político.

"Se trata de la vida y la muerte de los menores. Es un problema humanitario y no político"

James Rhodes

La vicepresidenta dijo en el Vaticano que el delito de abusos sexuales a menores no prescribirá. Si finalmente se pone un límite temporal, como que la prescripción empiece a contar cuando la víctima cumpla 30 o 50 años, ¿se sentirá defraudado?

No. Que comiencen a contar los plazos a partir de que la víctima cumpla 50 años elimina la impunidad. Sería algo maravilloso y permitiría que muchas, muchas víctimas encuentren justicia.

Si el Reino Unido hubiera tenido una ley de estas características, ¿en qué le hubiera ayudado a usted cuando sufrió los abusos? ¿Cree incluso que no se hubieran producido?

Me habría ayudado seguro. A mí una profesora me encontró sangrando e histérico y no hizo nada. Si hubiera una ley como la que ahora estamos tratando de aprobar, nunca me habrían empujado a volver a tener contacto con mi violador durante cuatro años más. Como dije, es demasiado tarde para mí, pero no es demasiado tarde para los niños de hoy en España.

"Una profesora me encontró sangrando e histérico y no hizo nada"

James Rhodes

En qué momento tuvo fuerzas para contar lo que le sucedió y denunciar a su agresor

Cuando tenía unos 30 años. La vergüenza cosió mis labios durante muchas décadas.

¿Cuáles son las secuelas que deja una violación de estas características?

Demasiadas para mencionar en una entrevista. Es una sentencia de por vida. El odio a ti mismo, el trastorno obsesivo compulsivo, la ansiedad, la depresión, los intentos de suicidio, la autolesión, la adicción a las drogas y el alcohol, el aislamiento social, las relaciones disfuncionales, la vergüenza, de nuevo la vergüenza y más vergüenza, la ira, el insomnio, las condiciones físicas y la lista continúa y continúa.

¿Qué consejos daría a los padres para que sepan detectar estas situaciones y ayuden a sus hijos?

Que realmente les escuchen. Y es que a menudo los niños no usan palabras para comunicar lo que están sufriendo. Lo expresan a través de su comportamiento y de su lenguaje corporal. Si parecen retraídos, si saben cosas sobre el sexo que no son apropiadas para su edad, si están enojados, aislados, pierden el control de sus intestinos, tienen pesadillas regulares, no les gusta que nadie los toque, saltan ante los ruidos repentinos, entonces es probable que algo no vaya bien.