VIOLENCIA MACHISTA

El Clínic atenderá este 2018 unas 400 agresiones sexuales, un 33% más que en el 2017

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jcarbo45980108 clinic181121143503 / ALBERT BERTRAN

Imma Fernández

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Los números hablan de lo que el propio director médico del Hospital Clínic, Antoni Castells, define como "un problema sumamente grave y preocupante, tanto social como de salud". Desde el 2005, cuando empezó el registro, las visitas por agresiones sexuales al centro se han duplicado y este 2018, hasta el 31 de octubre, se atendieron 351 personas. Se estima que, con una media de una agresión por día, se contabilizarán unas 400 al final de año, lo que supone un incremento del 33% respecto al 2017. Las víctimas son mayoritariamente mujeres (321 frente a 30 hombres) y un 62% son menores de 25 años. Dede mayo, el Clínic atiende también a víctimas de entre 16 y 18 años (se han contabilizado 12 casos).

El balance proporcionado por este centro de referencia en la atención de este tipo de violencia con un protocolo específico y transversal deja indicadores para la reflexión. En el 29% de las agresiones se sospecha que hubo una sumisión química: la víctima estaba bajo los efectos de sustancias psicoactivas (ingeridas voluntaria o involuntariamente). "Explican, por ejemplo, que han despertado en un lugar desconocido, con la ropa desgarrada o desnudas y con lesiones; no recuerdan nada", expone la enfermera Teresa Echevarría, coordinadora de urgencias. El 59% de las mujeres admitió haber consumido alcohol o alcohol más drogas.

Menos denuncias

El análisis comparativo detecta una tendencia descendente en la decisión de denunciar: en el 2014 lo hacían el 73% de las víctimas y este año, un 63%. "Desconocemos por qué, quizá han influido las consecuencias de denuncias que aparecen en los medios, la resolución de los juicios y la exposición mediática", opina la psiquiatra Luisa García-Esteve, presidenta de la Comisión de Violencia Intrafamiliar y de Género del hospital. "No sabemos si denunciar es bueno o malo para la víctima, porque exige estar más expuesta y menos protegida. Pero está claro que esa decisión interviene en el proceso de estabilización de la persona", agrega.

En cuanto al tipo de violencia, 7 de cada 10 víctimas sufrieron penetración y 1 de cada 3 conocía al agresor; en cerca del 8% de los casos hubo más de uno. El lugar más frecuente para cometer las agresiones es un domicilio (56% de los casos), seguido por la vía pública (22%) y discotecas y bares (10%). El 44% de las personas violentadas son de nacionalidad española y el 56% son extranjeros. 

En estado de choque

La mayoría de las visitas al centro se producen antes de las 12 horas de haberse cometido la agresión. "Todas las víctimas llegan en estado de choque; aterrorizadas, bloqueadas o avergonzadas", explica la psiquiatra. Las secuelas psíquicas, que implican una "desorganización general", son las más graves. 

De cara a ofrecer una atención terapéutica e integral desde el primer momento, el servicio de urgencias del Clínic destina un espacio específico para acoger a esas pacientes con privacidad. El protocolo incluye el aviso al trabajador social y a los servicios de ginecología (o cirugía en hombres), infecciones, psiquiatría y medicina forense. A un primer programa de seguimiento para la detección, profilaxis y tratamiento de infecciones de transmisión sexual, se suma la prevención y tratamiento de las secuelas psíquicas. "Al cabo de un mes el 50% de las víctimas presentan una patología por trastorno agudo", informa García-Esteve.