Un 4% de las playas catalanas son ya espacios sin tabaco

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Carla Riverola

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Hace apenas ocho años el tabaco era un invitado bien visto en bares y restaurantes. Poco se podía imaginar uno, antes de la ley antitabaco del 2010 -que ampliaba el veto a áreas de uso compartido-, que fumar en estos espacios acabaría siendo una actividad extraña. Pero lo es. Ahora, fumar al aire libre va camino de convertirse también en algo raro, como mínimo cerca del mar. España cuenta este verano con 110 playas enteras o zonas libres de tabaco y cada vez son más los municipios que se suman a la idea de tener un ambiente y unas playas más limpias.

Catalunya es una de las comunidades autónomas a la cabeza de la iniciativa. Y aunque la Agència de Salut Pública de la Generalitat no tiene contabilizadas las playas catalanas con restricción de humo, porque son los ayuntamientos los que lo impulsan, EL PERIÓDICO ha podido comprobar, a través de los consistorios de toda la costa catalana, que el litoral catalán cuenta a día de hoy con 12 playas -en algunos casos, zonas delimitadas- sin humo, lo que representa un 4,14% de las 290 que hay en toda la costa.

“Empezamos hace 6 o 7 años por la demanda de la gente, este es un municipio con playas muy familiares y es muy desagradable que te toque alguien al lado que fuma, aún más si vas con niños”, señala Salvador Calabruig, concejal de Turismo de Sant Feliu de Guíxols (Selva), uno de los tres municipios que cuenta con playas sin humo en Catalunya. En este caso, son tres espacios separados en la playa de Sant Feliu, la de Sant Pol y la de Canyerets.

Las otras dos localidades son El Masnou (Maresme) y Lloret de Mar (Selva). El primero hace tres veranos que dispone de un espacio habilitado para no fumadores en la playa de Ocata y el segundo se acaba de incorporar a la iniciativa, con ocho zonas restringidas. La playa de Sa Boadella es totalmente libre de humo y en las de Lloret de Mar, Fenals, Canyelles y Treumal hay varias áreas antitabaco.

Galicia en cabeza

Si bien Catalunya es la segunda comunidad autónoma en porcentaje de playas sin humo, la reina es Galicia, que fue una de las pioneras en implantar esta medida y que este verano ya cuenta con 79 playas integradas en la Red Gallega de Praias sen fume. La cifra supone que el 11,5% de sus playas tienen restringido el humo.

Pero este verano muchas otras comunidades han adoptado medidas similares. Por ejemplo la Región de Murcia, que cuenta con siete playas sin humo; las Baleares, con dos playas en Ibiza; y Andalucía, en playa de Motril. En las Canarias el tabaco no está permitido en ocho playas de Mogán (Gran Canaria) y en la de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria, que lo aprobó en consulta con el 89,1% de los votos afirmativos.

Sin multas

La restricción de fumar en las playas españolas no comporta, por ahora, ninguna sanción. La ley antitabaco no permite multar si se fuma al aire libre, aunque los municipios canarios que se han sumado a la iniciativa han redactado ordenanzas municipales que contemplan sanciones económicas.

“Nunca hemos tenido ningún problema grave y la gente que está en la playa ya avisa a los fumadores que allí no se puede fumar. Podríamos multar, pero si la cosa funciona, no lo vemos necesario”, explica el concejal de Sant Feliu de Guíxols. Restringir el humo en la playa, según todos los municipios consultados, pretende, en realidad, concienciar y que sean los propios usuarios los que se den cuenta de que es más agradable pasar el día sin tabaco.

En la misma línea trabaja la Conselleria de Salut, que quiere “ampliar los espacios sin humo sin necesidad de obligación legal”, indica Josep Maria Suelves, jefe de prevención y control del tabaquismo de la Agència de Salut Pública de Catalunya, que da apoyo a la iniciativa. Regular la restricción de fumar en las playas “no está sobre la mesa”, aunque admite que la población “acoge con muy buenos ojos las medidas de prevención del tabaquismo”.

“Queremos conseguir que lo más normal sea no fumar. Nos hemos acostumbrado a ver como normal no tener tabaco en el trabajo o en un bar y ahora queremos que esta percepción se amplíe a zonas al aire libre”, añade.

La asociación Nofumadores.org también ve con buenos ojos la iniciativa de las playas. Hace unas semanas empezaron una campaña en change.org, que ya cuenta con más de 123.000 firmas, para pedir que todas las playas españolas sean libres de humo. “El no fumador no tiene por qué tragarse el humo de su vecino de sombrilla”, critica Raquel Fernández, presidenta de la asociación. Cree que prohibir fumar en las playas evitaría también la “contaminación ambiental” que sufren, ya que las colillas “tardan hasta 10 años en biodegradarse”. Pero, sobre todo, defiende que una medida así lo que busca es que el tabaco no sea visto como algo normal. “Necesitamos más espacios que ayuden a la desnormalización de esta pandemia que es la principal causa de muerte evitable del mundo”, señala. 

Un paso más

Aunque conseguir que las playas sean espacios sin humo ya es un triunfo para muchos, Nofumadores.org cree que hay que dar más pasos adelante. “Con la ley del 2010 España se puso a la cabeza europea en la prevención del tabaquismo pero ha quedado obsoleta”, opina Fernández. Dice que hay que “ganar otros terrenos”, como la prohibición de fumar en coches con menores o en espacios deportivos.

“El derecho a fumar no aparece en ninguna declaración, pero el derecho a la salud lo recoge la Constitución y los convenios de derechos humanos, y hay que cumplirlo”, concluye. Mientras todo esto llega, algunas playas españolas serán este verano un poco más limpias que el anterior.