Sij B. Singh: "Quiero ser el primer Mosso d'Esquadra en ejercer con turbante"

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Cristina Gironès Martín

El joven Bhagwant Singh tiene 20 años y es sij, como su familia, pero "pertenece a esta religión por elección", según ha explicado en una entrevista con Efe, en la que ha confesado que su plan es obtener la nacionalidad española para ser Mosso d'Esquadra y poder "ejercer con turbante".

Singh reconoce que actualmente no es posible trabajar con el turbante, un símbolo muy importante para el sijismo, y lamenta que "esto solamente pasa aquí" puesto que "hay mucho sijs en Inglaterra que son policías o militares", e incluso el ministro de Defensa de Canadá que "siempre aparece con él".

"Querré reunirme con quien haga falta para encontrar una solución si finalmente puedo ser Mosso d'Esquadra", afirma Singh, que enfatiza que "trabajar con turbante es algo normal en otros países, incluso hay una ley especial que los protege, es una libertad religiosa que tiene que llegar".

El turbante es importante en la religión Sij, una fe india fundada por Gurú Nanak (1469-1539), porque nació como una forma de rebelarse contra la sociedad desigual de la India, donde solamente las castas altas podían llevarlo. "Como los sijs defendemos la igualdad entre todos, empezamos a usarlo", explica.

Otra razón era para identificarse como seguidores del sijismo, ya que "así las personas necesitadas podían verles y pedirles ayuda", además de usar el turbante para taparse el pelo, que deben dejar crecer "para mantener la naturaleza del cuerpo", dice el joven.

Sobre la decisión de empezar a usar esta prenda, Singh argumenta que al principio le "daba vergüenza, por el que dirían", pero añade: "lo escogí yo, puesto que en el sijismo no hay obligaciones ni prohibiciones para nadie".

"Muchas veces las personas me preguntan, por curiosidad, pero yo lo entiendo, no es tan normal ver a alguien con turbante, y a mí me gusta explicárselo", afirma el sij.

La elección de ser Mosso d'Esquadra viene motivada por la tradición: "Éramos guerreros, nos convertimos en esto para defender a las personas en apuros", argumenta, y es por ello que "hay tantos sijs en posiciones similares, nos gusta ayudar a las personas".

"Si soy mosso, ayudaría a todas las personas, seria mi forma de defender los valores del sijismo, la igualdad y el antirracismo", señala Singh, ya que en la religión sijista "todos somos iguales", incluso "hay muchas mujeres que son 'granti' (líder religioso) en India".

Otro valor, según el joven sij, es el de la meditación, "en nombre de todos los Dioses y del único Dios que existe", ya que según esta religión existe un único Dios con distintos nombres".

Compartir todos los bienes materiales es algo "muy importante para nosotros", por eso las "gurdwara" (templos religiosos sij) ofrecen un comedor social, al que pueden acudir "todas las personas que quieran o lo necesiten, nadie va a preguntarte quién eres", según Singh, que calcula que unas 700 personas asisten cada día a comer sólo en el templo de la ciudad de Barcelona.

Sobre la influencia del sijismo en Cataluña, Singh reconoce que "muy poca gente" les conoce, pero cuenta que asisten a muchos actos y presentaciones "para dar a conocer la religión", ya que, subraya, "no queremos que nos sigan, sino que sepan quiénes somos".

En Cataluña viven unas 12.000 personas que siguen el sijismo, con diez 'gurdwaras' y, según Singh, "aunque la mayoría somos de Panyab, hay algunos catalanes que se han convertido porque quieren, porque les gusta la religión, sin presiones".