Pederastia

El caso Maristas, decisivo en la crisis de pederastia de la iglesia católica chilena

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zentauroepp43386876 members of chile s bishops conference luis fernando ramos pe180518135557 / AFP / VINCENZO PINTO

Guillem Sànchez

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La sociedad chilena se enfrentó por primera con la pederastia oculta en la Iglesia Católica en el 2010 con las acusaciones contra el sacerdote Fernando Karadima. El caso, que afectaba a un clérigo reputado bien conectado con la clase alta de Santiago de Chile, tuvo una gran repercusión hace 8 años. Sin embargo, en la crisis que ha desembocado en la dimisión de los 34 obispos de Chile, el caso caso Maristas chileno ha funcionado como un detonante de la indignación social ante el ocultamiento de abusos sexuales por parte de instituciones religiosas.

En otoño del 2017, Chile comenzó a escarbar en el pasado de estas escuelas maristas, una organización religiosa con centros educativos en 79 países de los cinco continentes. Y comenzaron así a desenterrar décadas de abusos sexuales silenciados. Encontraron exactamente lo mismo que ocultaban estas escuelas en España. La investigación de EL PERIÓDICO había destapado en España un año antes -en el 2016- el 'Caso Maristas', que se saldó con doce profesores denunciados por delitos perpetrados contra una cuarentena de alumnos de tres colegios maristas de Barcelona y Badalona. Este trabajo periodístico tuvo su eco en el otro lado del atlántico, en Chile, un año más tarde.

EL PERIÓDICO se desplazó también a finales del 2017 hasta Chile para cubrir la réplica del caso Maristas en este país. Esta segunda investigación encontró nuevos casos que afectaban a nuevos profesores y, además, permitió radiografiar la conexión española, dado que la mayoría de los profesores acusados procedían de España.  

Este diario, asimismo, publicó una entrevista con la cúpula de los Maristas chilenos en la que, por primera vez, representantes de esta organización admitieron públicamente que en el pasado no denunciaron a la justicia "ni se ventilaron" los casos de abusos sexuales de los que tuvieron constancia en el seno de colegios de su congregación. La publicación de esta entrevista enturbió la imagen de la iglesia católica chilena cuando faltaban pocos días para que aterrizara el papa Francisco en visita pastoral a Santiago.

El frío recibimiento del Bergoglio en Chile, una visita durante la que se encontró también con protestas contra el obispo Juan Barros, al que acusaban de ser un encubridor de curas pederastas, cristalizó en la decisión de investigar a fondo cómo se habían gestionado en este país andino los casos de pederastia que afectaban a sacerdotes de la institución. La conclusión de este trabajo, que llevó a cabo Charles Scicluna, obispo de Malta y exfiscal vaticano, es que, efectivamente, se habían destruido pruebas y se había ejercido presión para evitar que salieran a la luz los sacerdotes abusadores.