EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA
Los jueces ordenan la captura de un brujo que estafó 60.000 euros a una mujer
J. G. Albalat
Redactor
Ha trabajado en el Diario de Barcelona, El País y AVUI. Desde hace años en El Periódico cubriendo los acontecimientos judiciales. Premios Ortega y Gasset, Save the Children, Ramon Barnils y Josep Maria Planes por la investigación del 'caso Maristas' sobre abusos sexuales en los colegios. En el 2016, mención honorífica de la Generalitat en el Día de la Justicia. Colaborador de publicaciones jurídicas. Profesor asociado Master de Criminología de la Universitat de Barcelona.
J. G. Albalat
"Maestro Ballara. Gran auténtico vidente curandero africano dotado de don hereditario con poderes naturales y enorme experiencia en todos los campos de la magia africana". El guineano Alaye Toura Diakhaby se anunciaba de esta manera para captar clientes que confiaban en que a través de rituales les resolvería sus problemas. Este miércoles, el supuesto brujo debía ser juzgado en Barcelona por estafar casi 60.000 euros a una mujer, a la que hizo creer que gracias a sus dotes se arreglarían sus problemas sentimentales. Sin embargo, no se ha presentado al juicio y el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona ha ordenado su busca y captura e ingreso en la cárcel, al entender que pretende ocultarse y eludir la acción de la justicia. La fiscalía le reclama cinco años de prisión.
No es la primera vez que Toura no comparece ante el tribunal. En la anterior ocasión, no fue localizado y se acordó su detención. Su arresto se produjo el pasado mes de agosto, pero se le dejó el libertad y se le citó en persona para que acudiera a la vista de este miércoles. A pesar de ello, no se ha presentado. La fiscalía ha pedido su captura y los magistrado la han aceptado. Fuentes policiales aseguran que el investigado tiene otra denuncia similar.
A finales del 2013, la víctima, que tenía 59 años, se separó de su marido. El fiscal relata en su escrito de acusación que este hecho dejó a la mujer "en una situación de gran debilidad y vulnerabilidad emocional". Por este motivo, una amiga le facilitó el número de teléfono del Maestro Ballara con la convicción de que podría ayudarla en sus problemas sentimentales a través de rituales mágicos. Quería a toda costa que su marido volviera con ella.
El mandato de los espíritus
La primera cita fue frente a una parada de metro, en L’Hospitalet de Llobregat. De allí se dirigieron a la habitación que el curandero hacía servir de despacho y que estaba en la misma localidad. A partir de ese día, el acusado empezó a pedir dinero a la mujer, manifestándole que los espíritus se lo decían y que el tratamiento no valdría para nada si no cumplía sus deseos. El curandero se aprovechó, según la fiscalía, de "la vulnerabilidad, credulidad e ingnoracia" de la mujer.
La mujer fue entregando al curandero diversas cantidades, desde 350 euros hasta 1.600. Pero el golpe fuerte lo dio Toura en febrero del 2015, cuando la víctima le entregó 40.000 euros en efectivo para un conjuro. A cambio, el brujo le dio una bolsa con tres sobres y le pidió que los pusiera bajo el colchón y que los abriera más tarde. Ella creía que dentro estaría el dinero que con anterioridad le había dado. Pero solo había papeles en forma de billetes. La mujer llegó a pedir un préstamo para pagar al curandero. La fiscalía atribuye al Maestro Ballara un delito de estafa agravada.
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