PROYECTO SANITARIO A LA VISTA

El nuevo Hospital Joan XXIII de Tarragona ganará 20.000 metros cuadrados

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ESTHER CELMA / TARRAGONA

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El Hospital Joan XXIII de Tarragona ha pasado por muchas obras en sus más de 40 años de historia. Pero ahora el viejo edificio central ya padece problemas estructurales y ya no bastan pequeños retoques. El Govern ha presentado este jueves la solución que parece más viable: construir uno nuevo en el mismo sitio. El proyecto incluye conservar alrededor de un 25% de las instalaciones actuales, justamente las reformadas recientemente, pero huir de parches y añadidos.

Esta visión integral, de conjunto, se someterá a un concurso de ideas durante el segundo semestre del año. El objetivo es hacerlo realidad por fases hasta desarrollar un hospital universitario de primer orden, con una superficie de 80.000 metros cuadrados, 20.000 más que ahora, y acorde con “las necesidades que se merecen los profesionales y las personas a las que hay que curar”, según ha definidio este jueves el 'conseller' de Salut, Antoni Comín.

CALENDARIO EN EL AIRE

La primera fase, según los planes de la Generalitat, estará terminada en el 2021 y está previsto que aporte un total de 40.000 metros cuadrados nuevos. Esta etapa durará tres años y tiene un coste de 48,5 millones de euros. El titular de Salut ha declinado detallar el calendario y el precio de la totalidad del proyecto.

El hospital actual está formado por tres bloques que en su parte trasera dan a un helipuerto, un talud y una zona de aparcamiento en unos terrenos propiedad de la Generalitat. La idea es sustituir este puzle obsoleto por cuatro grandes edificios modernos, según el plan que ultima Salut, la dirección clínica y el personal del centro sanitario con la voluntad de obtener un “hospital más ordenado y al servicio de la investigación”.

Constará de un nuevo bloque de servicios centrales, hospitalización y ambulatorio; otro de urgencias, cirugía mayor ambulatoria, críticos y UCI pediátrica, que ya está reformado; un tercero de docencia e investigación, y por último, el centro sociosanitario, rehabilitación y centro de atención primaria, en el actual edificio Francolí.

DERRIBOS A LA VISTA

Comín ha explicado que la primera fase destina más de la mitad del espacio -25.000 metros cuadrados- a los servicios de hospitalización, gabinetes de intervencionismo, hospital de día y tratamientos como la diálisis, ahora desperdigados en dos de los bloques actuales. Los 15.000 metros cuadrados restantes se reservarán para ubicar otros servicios en una fase posterior.

La segunda fase implicará el derribo de los dos bloques vaciados en la primera etapa. En ese espacio, de 15.000 metros cuadrados, se alzará el bloque quirúrgico y la unidad de diagnóstico por la imagen. Las consultas externas ocuparán otros 10.000 metros cuadrados más. Finalmente, se adecuarán otros espacios en el único edificio principal actual que se mantendrá en pie y que, precisamente, es donde se han hecho mejoras en los últimos tiempos.

 Finalmente, en la tercera fase, se derribarán otros pequeños edificios, como las actuales consultas externas, y se construirán dos nuevos destinados a usos administrativos, de investigación y docencia. Será en este punto cuando el hospital tendrá una nueva fachada. El único edificio que se conserva ha pasado por muchas mejoras en las que se han invertido más de siete millones de euros.