Joan Ferrando: "Queremos que se depuren responsabilidades por el despropósito del Castor"

Carecían de toda información y cuando en pleno agosto del 2007 el Ministerio de Industria publicó en el Boletín Oficial del Estado el proyecto Castor, en el término municipal de Alcanar, Joan Ferrando lo concibió “como una agresión muy fuerte al territorio”. Como él, otros muchos, aunque apenas conocían de qué se trataba. “Antes de la primera manifestación hablábamos de una regasificadora en lugar del almacén de gas que fue, imagínate la desinformación que teníamos”.

Ferrando se involucró en el tema desde el principio. “Se trataba de intentar vehicular el descontento ciudadano y, además, recopilar toda la información que hiciera falta para poder difundirla y ayudar a la gente a formarse un criterio real de lo que teníamos delante”. En esa búsqueda de información, este administrativo se ha empapado de conocimientos técnicos que jamás pensó que iba a necesitar, de sismología, de geología… Lo más reconfortante para este activista “es la confianza que notas que la gente va poniendo en quienes de alguna forma encabezamos este movimiento social, al sentirse defendida ante empresas muy poderosas como en este caso Escal UGS”. También, admite, hay noches sin dormir:

“Por los terremotos cuando ocurrieron, pero también por la responsabilidad al sentir que de tu esfuerzo depende que se tomen decisiones”, asegura. Como la de hibernar el proyecto, algo ya conseguido. La lucha, sin embargo, sigue: “Queremos que se desmantelen las instalaciones para evitar que alguien tenga el capricho de recuperar el mamotreto, que se depuren responsabilidades administrativas y políticas, y que la ciudadanía no pague este despropósito”, reclama.