Las estaciones de esquí encaran la Navidad con solo la mitad de las pistas abiertas

Las pistas de esquí del Pirineo catalán inician la Navidad con solo el 56% del dominio esquiable en funcionamiento. La falta de lluvias y las altas temperaturas registradas durante el mes de diciembre han obligado a las estaciones a producir la máxima cantidad de nieve posible para poder mantener abiertas las instalaciones durante este periodo vacacional. Y es que desde las primeras nevadas que cayeron a principios de noviembre, que adelantaron la temporada blanca, no se han vuelto a repetir.

Catalunya cuenta actualmente con 211 kilómetros de esquí alpino abiertos, de los 380 disponibles. “Uno de los mejores datos de la geografía española, ya que en el resto de estaciones casi no tienen nieve”, explica Xavier Nolla, presidente de la Associació Catalana d’Esquí i Activitats de Muntanya (ACEM) y director de Masella. Parte de la nieve que hay en las estaciones catalanes se debe a la bajada de temperaturas de las últimas noches, cuando han podido poner en marcha los cañones. “Si esta situación se hubiera registrado al inicio de la temporada todavía tendríamos las instalaciones cerradas”, aclara.

NIEVE DE CALIDAD

Aunque el dominio esquiable disponible “podría verse aumentado si se cumplen las previsiones meteorológicas”, apunta Nolla, quien confía en que la próxima semana la situación mejore (para ellos), empiece el frío e incluso llegue alguna nevada.

La estación que presenta mejores condiciones es Baqueira Beret. La instalación tiene en funcionamiento 130 de los 150 quilómetros esquiables y cuenta con grosores que oscilan entre los 25 y los 65 centímetros. No obstante, a pesar de tener gran parte de su dominio esquiable abierto, son conscientes de que si el anticiclón no desaparece y no se registran nuevas nevadas, podrían verse obligados a reducir el número de pistas disponibles, al no contar con nieve suficiente. “Esperemos que no tengamos que llegar a este extremo”, apunta Josep Arbós, responsable de márketing de la estación de la Vall d’Aran.

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En el caso de Masella, para estos días navideños esperan poder abrir 27 kilómetros de pistas y 15 remontes, que irán en aumento en función de la cantidad de nieve que caiga en la instalación en los próximos días. Sus grosores oscilan entre los 20 y los 55 centímetros.

QUIEREN FRÍO

Boí Taüll también está a la espera de nuevas nevadas, aunque mientras, han podido producir nieve artificial. Para estas fechas prevén abrir unos 20 kilómetros de pistas, el 50% de la estación. En su caso, según explica el director comercial, David Rey, “nos afecta mucho la inversión térmica de estos días y necesitamos que llegue ya el frío. Especialmente en las ciudades donde viven nuestros clientes”. Asegura que la gente no se anima a esquiar hasta que no siente el frío. Y en Madrid, Barcelona y Valencia, de donde provienen sus esquiadores, se están registrando temperaturas de entre 17 y 20 grados.

La mayoría de estaciones catalanas coinciden en afirmar que a pesar de no tener ni mucho las pistas a pleno rendimiento, cuentan con nieve de buena calidad. Por este motivo, animan a los esquiadores a aprovechar el parón navideño para realizar las primeras bajadas de la temporada con buenas temperaturas.