INTERVENCIÓN DE LA VIUDA DE MANDELA

Amortiguadora de conflictos

Graça Machel defiende el papel de la mujer en la sociedad para mejorar el mundo

F. C.
GIRONA

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La activista Graça Machel, viuda del expresidente surafricano Nelson Mandela y reconocida defensora de los derechos de las mujeres y los niños en África, aprovechó su presencia en el Fórum Impulsa, donde participó en el acto de apertura, para difundir los valores por los que lleva luchando desde hace 40 años, cuando fue la primera mujer nombrada ministra de Educación en su país, Mozambique, después de que este Estado africano lograra la independencia. Machel reivindicó el papel de la mujer en la sociedad y la necesidad de que cada día esté más presente en los órganos de dirección políticos y económicos, con el fin de hacer del mundo un lugar «más amable y menos dado al conflicto».Un papel de «amortiguador social», que en África choca con leyes anticuadas, tradiciones como el derecho de herencia, que les impiden la posesión de las tierras (uno de los pocos avales posibles para obtener créditos), y con el rechazo y la impermeabilidad de las estructuras económicas, que no se fían de ellas a pesar de que en todos los proyectos que Machel ha impulsado han demostrado que son puntuales pagadoras de sus deudas.La activista africana, que estuvo al frente de la Comisión de Estudios de las Naciones Unidas sobre el impacto de los conflictos armados en la infancia, también habló del peso del colonialismo económico que aún impera en las relaciones comerciales entre el primer y el tercer mundo. Una situación que ha «perpetuado» el capitalismo y que obliga a muchos pueblos a seguir luchando por su libertad. Una desigualdad en la que también hay espacio para una autocrítica que apunta a las élites empresariales y políticas que dirigen los países africanos. Responsables, a ojos de Machel, de que el continente carezca de una industria convertidora de los recursos naturales y materias primas que se exportan.

«Hemos de ser nosotros los que luchemos para conseguir que África tenga estas industrias generadoras de riqueza, ya sea en madera, diamantes, petróleo u otros minerales, porque nadie lo va a hacer por nostros», advirtió la viuda de Mandela, que también exigió un cambio en las relaciones comerciales que el mundo desarrollado mantiene con los países más pobres. «La familia humana ha de desarrollar reglas de cooperación y no de explotación, y los países desarrollados tienen que ayudarnos», solicitó Machel.