"Firmo el convenio y me jubilo"

Manuel Calvo, compañero de dos trabajadores de Delphi que viajaban en el avión, acompaña a los familiares concentrados en El Prat

MAYKA NAVARRO / EL PRAT

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Manuel Calvo y su compañero de la sección sindical de la UGT en la empresa Delphi, con sede en Sant Cugat, no paran de girar sobre la misma baldosa de la terminal 2 del aeropuerto del Prat. Dos de sus compañeros de la fábrica, un miembro del comité de UGT y el director de recursos humanos, viajaban en el avión siniestrado esta mañana.

Se han acercado esta tarde al aeropuerto para estar junto a los familiares de sus dos "viejos amigos". Unos familiares que llevan horas en la sala acondicionada para soportar la espera y gestionar el dolor. "No nos han dejado entrar. Hay tanta gente allí dentro que los mossos nos han pedido que mejor nos quedemos fuera", explica resignado Manuel.

Su teléfono móvil empieza a quedarse sin batería. No lo suelta de la mano y solo responde a mensajes escritos para gastar menos, dice. "Ahora trabajamos 580 de los 1.200 empleados que llegamos a ser en los buenos tiempos. Los compañeros van conociendo la noticia y nos preguntan. Yo ya no sé muy bien que decir. Estamos absolutamente desolados".

Rogelio, director de personal

Los dos trabajadores viajaban a Düsseldorf a una reunión del comité europeo de Delphi, una multinacional americana con centros de trabajo en medio mundo y dedicada a la automoción. Uno de los fallecidos era el un delegado de UGT y miembro del comité de empresa, y el otro, Rogelio, director de recursos humanos de la factoría catalana.

Rogelio andaba estos días con el comité negociando el nuevo convenio para la filial de Sant Cugat. Y en estos tiempos, como en muchas otras empresas, no estaba resultando fácil. "Firmo el convenio y me jubilo", recuerda ahora Manuel Calvo que le prometió antes de viajar a Alemania.