Entrevista con la 'consellera' de Ensenyament

Irene Rigau: "No es cierto que en las aulas el castellano sea invisible"

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / Barcelona

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Tras el ajetreo de la semana pasada, con un viaje a Madrid para debatir sobre la ley orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), con la noticia de que los rectores catalanes endurecerán el acceso a la carrera de Magisterio y con el jarro de agua fría del auto del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) que obliga a cinco colegios a impartir en castellano el 25% de las clasesIrene Rigau (Banyoles, 1951) empieza este lunes otra semana que promete ser agitada. La 'consellera' de Ensenyament, que hoy tiene previsto reunirse con los directores de los centros afectados por la resolución del TSJC, habló con EL PERIÓDICO el jueves. Ayer, domingo, volvió a atender a este diario para ampliar esta entrevista y explicar qué va a hacer respecto al auto judicial, contra el que la Generalitat ya ha anunciado que presentará recurso.

- ¿Qué va a decirles a los directores, que tienen un mes para no cometer desacato?

- De entrada, y eso lo saben desde el viernes, cuando hablé con ellos, la Generalitat asume como propia la responsabilidad que se derive de la resolución judicial. Lamento mucho el perjuicio que todo esto va a causarles, la verdad. Es la primera vez que recae sobre los docentes una responsabilidad como esta.

- ¿Pero van a aplicar ese 25% de clases en castellano?

 

- Es que el TSJC parte de una premisa que no es cierta, dice que el castellano es invisible en las aulas en Catalunya y eso no es verdad. Los centros están dando presencia al castellano. Esa es la realidad. El uso de una lengua como vehicular no es algo mecánico, sino que depende de las necesidades del alumno, del conjunto de la clase, de las características del centro o de su plantilla. No puede venir determinado por un porcentaje, que no ha tenido siquiera en cuenta la edad de los afectados.

- El referente, y lo señala el propio auto, es una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos relativa a Bélgica... ¡de 1968! Esa sentencia, además, se pronunciaba sobre un asunto relativo a lenguas maternas, no a lenguas cooficiales. Y por eso lo consideramos aún más inadecuado: si el peso de gravedad del sistema educativo son las lenguas maternas, nos podríamos encontrar con tener que abrir escuelas para todas y cada una de las lenguas que los alumnos hablan en sus casas. Y en Catalunya son varias decenas.

 

- Los jueces dicen que la atención individualizada que se da a los alumnos que piden ser escolarizados en castellano es discriminatoria.

- ¿Y cómo puede decir eso un juez? Entonces, ¿también se discrimina al alumno que recibe un apoyo personalizado por sus altas capacidades intelectuales o al que hace cualquier otro refuerzo escolar específico?

- ¿Está usted tranquila después del severo toque de atención que le dan los jueces por no cumplir debidamente sus resoluciones?

- Es que la Generalitat no ha desobedecido ninguna sentencia porque la sentencia a la que se refieren está recurrida ante el Constitucional, que, por cierto, aún no se ha pronunciado respecto al recurso.

- Dice usted que el castellano no es invisible. ¿Cómo lo fundamenta?

- Con datos. Mire, casi un 15% de los centros de primaria de Catalunya están ya usando este curso 2013-2014 el castellano como lengua vehicular en alguna materia no lingüística. Esta es una de las realidades que le mencionaba antes. Pero es que, además, un 42,2% de los colegios e institutos utilizan el inglés también como vehicular al alguna materia, frente al 34,4% del curso pasado. Y un dato más: el alemán duplica su presencia, porque cada vez hay más centros que lo implantan como segunda lengua extranjera.

- ¿Y esto ocurre sin que lo ordene la Generalitat?

- Estamos viendo cómo de manera natural y no impositiva, el uso de las lenguas encuentra su camino. Es cierto que la privada va por delante, pero la pública también ha hecho un avance considerable. El modelo plurilingüe que defendemos garantiza el dominio de las lenguas oficiales al terminar la educación obligatoria, pero también aumenta el dominio del inglés.

- Pero el impulso del inglés requiere tener docentes preparados para dar clases en ese idioma...

- Y estamos en ello. Tenemos muy claro, como dice la ley de Educación de Catalunya, y como recogen todos los informes internacionales, que la altura cualitativa de un sistema es equivalente a la altura cualitativa de sus docentes.

- ¿A eso contribuirá la exigencia de una nota mínima de 5 en lenguas para estudiar Educación? 

- Eso lo hemos de celebrar. De hecho, Ensenyament empezó a trabajar en ello hace tres años. Primero, planteó la posibilidad de que la nota exigida en lenguas fuera un 6, pero no logró un consenso. Luego, pensamos incluso en que Ensenyament impartiera un grado propio y, a partir de ahí, se consiguió que las universidades crearan el actual doble grado. Estoy convencida de que la mayor exigencia de requisitos para acceder a la profesión no hará perder vocaciones. Al contrario.

- Y mientras tanto, para acabar de enredar la cuestión lingüística, las escuelas ven cómo llega la LOMCE.

- Aún hemos de ver a qué obliga o a qué no obliga esta ley. Nosotros aplicaremos el modelo educativo catalán, procuraremos distorsionar lo mínimo posible el funcionamiento de los centros e intentaremos que las orientaciones pedagógicas para el próximo curso permitan la aplicación de este modelo. Los centros tendrán, lógicamente, la protección de la Generalitat y será esta la que administrará la conciliación de las normativas vigentes, lo que incluye a la ley de educación catalana.

- ¿Pueden estar tranquilas entonces las escuelas?

- El síndrome Pilar del Castillo [ministra del PP con Aznar cuya ley de educación nunca llegó a ser aplicada] que sufren Rajoy y Wert hace que su interés partidista prime sobre las cuestiones pedagógicas. El ministro ya sabe que los tiempos en educación son lentos y nosotros lo aprovecharemos para buscar cómo mantener nuestro modelo. La LOMCE dice que la Generalitat es quien completa los contenidos con asignaturas específicas y de libre configuración. Estamos buscando ya la manera para que no se altere la tradición de la escuela catalana.

- Es un porcentaje, según ha dicho usted, del todo aleatorio.