Eva Saumell: "Me gusto mucho más ahora que hace 20 años"

Entrevistar y fotografiar a una persona en 1996 y volverla a entrevistar y a retratar en el 2013 da como resultado dos entrevistas y dos fotografías distintas. Entonces, ¿quién es en realidad esa persona? ¿La de antes? ¿La de ahora? ¿Las dos? En 1996 Craigie Horsfield retrató a vecinos anónimos de Barcelona para el proyectoLa ciutat de la gent. Una selección de aquellas imágenes de gran formato se expone ahora en la muestraArt, dos punts, en el Macba. Eva tenía veintipocos años cuando posó para Horsfield; hoy, a los 40, verá expuesto por primera vez su retrato.

-[A la espera de que abra el museo] Por suerte no había muchas Eva Saumell registradas. Ha sido fácil dar con usted después de tantos años.

-Me parece que soy la única en Barcelona. El destino nos es favorable.

-Antes del Macba, las fotos se expusieron en la Fundació Tàpies y en CaixaForum. ¿Cómo es posible que aún no haya visto su retrato?

-Lo vi en el catálogo de la Tàpies, pero verlo en un museo me daba mucha vergüenza. Yo pensaba que, como el artista era inglés, las fotos solo se verían en Inglaterra [ríe]. Cuando se vieron en CaixaForum, un pariente me llamó: «¿Ya te has visto?», me dijo. Su tono era como de: «¿Qué haces en pelotas en un museo?». Se acepta mucho más un desnudo en pintura que en fotografía.

-[Finalmente el museo abre sus puertas] Por fin está a punto de verlo. ¿Preparada?

-[Lo observa en silencio] Vaya... lo imaginaba aún más grande. Caray, sí que estoy cambiada, ¿verdad? Pero los pendientes son los mismos, no me los saco para nada.

-Es como una maja desnuda en versión popular.

-Sí, una maja desnuda de barrio, de barrio catalán [ríe].

-¿Qué siente al verse por primera vez?

-Es como si hubieran congelado aquella época y la hubieran puesto en una cajita.Brrr, se me pone la carne de gallina.

-¿Cómo fue la sesión?

-Craigie vino a mi casa de la calle Manso y estuvimos charlando de mí hasta que oscureció. «Piensa en cómo te gustaría verte cuando tengas 80 años», me dijo como premisa para posar. Y yo pensé: «Serena». En aquella época no lo estaba demasiado y me había propuesto como objetivo a medio plazo llegar a conocerme a mí misma. Sigo queriendo llegar a los 80 serena, en paz conmigo misma, pero al paso que voy no sé si lo conseguiré...

-¿Son muy distintas la Eva de ahora y la de la foto?

-Somos lo que hemos vivido y los años han ido dejando surcos, pero la esencia es la misma; el motorcito, esta olla que hierve [señala el estómago] y que a veces hierve mucho, es la misma. Físicamente podemos cambiar muchísimo. Yo me gusto mucho más ahora que hace 20 años, pero la energía interna es la misma.

-¿Dice que no se gustaba físicamente?

-Me costó tiempo aceptarme. Había terminado el Institut del Teatre y para ganarme la vida empecé a hacer de modelo de dibujo. El primer día en la Escola Massana estaba en la tarima, con la bata puesta, y pensaba: «O te quitas la bata o sales de aquí pitando». Al principio todas mis poses eran muy cerradas, muy púdicas, pero con el tiempo me fui sintiendo segura con mi cuerpo.

-En aquella época tendría expectativas de triunfar en el escenario.

-Todos los que hacen teatro quieren pisar el Lliure, pero si hubiera triunfado seguramente no habría conocido a mi pareja ni tendría a mi hija. La vida es como un vodevil, son puertas que se abren y se cierran, y yo disfruto dando clases y ayudando a dirigir de vez en cuando. Por cierto, en septiembre estrenamos en el Almeria TeatreThe Friki Shakespeare's Show, una adaptación en femenino deLas obras completas de William Shakespeare (abreviadas).