"Ella era una mujer especial. Siempre pensando en el trabajo", afirma Yira, hermana de Jenny Sofía

La víctima colombiana del falso monje shaolín abandonó su país tras la muerte de un hijo en un accidente

Jenny Sofía Rebollo.

Jenny Sofía Rebollo. / md at

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 Jenny Sofía Rebollo, de 40 años y natural de la ciudad de Montería, capital del Departamento de Córdoba (Colombia), no había llamado en los últimos días a su madre, Benicia Tuirán, a la que telefoneaba asiduamente. Tras varios días de "presentimientos negativos y pesadillas nocturnas", Tuirán supo este miércoles por los medios de comunicación que la mujer colombiana asesinada en Bilbao era su hija.

Jenny Sofía Rebollo se había criado en el barrio de La Granja de Montería junto a su madre y sus otros tres hermanos, y se ganaba la vida como peluquera. Yira Rebollo, su hermana, ha relatado que la última vez que ésta habló con ellos fue el 21 de mayo, cuando les comentó que había encontrado trabajo en un gimnasio de yoga y que pronto tendría un salario fijo para mandarle dinero a su madre.

"Mi hermana siempre estaba feliz, charlaba con nosotros y reía mucho. Ella era una mujer especial. Siempre pensando en el trabajo. Ella me enseñó a trabajar el arte del esteticismo. Siempre fue nuestro apoyo", asegura Yira en unas declaraciones publicadas por el 'Meridiano de Córdoba.com'.

DRAMA PERSONAL

La familia empezó a precuparse cuando dejó de llamar con la frencuencia que acostumbraba, cada tres o cuatro días, para preguntar por todos y, en especial, por su hijo, de seis años, al que había dejado con su madre en Montería. Jenny Sofía Rebollo decidió dejar Colombia para trasladarse a España después de que, a finales del año 2000, perdiera a un hijo de siete años en un accidente de tráfico. El pequeño fue atropellado por un coche. Además, atravesó por un difícil proceso de separación con su pareja sentimental.

Varios meses después, le dijo a su madre que no quería seguir viendo "los paisajes que había compartido" con su hijo y viajó a Bilbao, donde una amiga que le había conseguido trabajo en una peluquería. Además, Rebollo tenía otro hijo de tres o cuatro años.