RETRASO EN LA LIMPIEZA DE un EMBALSE DEL EBRO

Recoder denunciará al ministerio si empieza a descontaminar Flix

Alega que es un peligro que no esté concluido el abastecimiento alternativo

Lluís Recoder.

Lluís Recoder.

EL PERIÓDICO
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Elconsellerde Territori, Lluís Recoder, anunció ayer que su departamento estudia «acciones legales» si el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente empieza el proceso de descontaminación del pantano de Flix sin que se hayan terminado las obras que garanticen el abastecimiento alternativo a las más de 720.000 personas de la provincia de Tarragona que actualmente beben agua del Ebro. Gran parte de las obras no realizadas las tendría que haber sufragado la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), pero lo ha impedido su falta de liquidez.

El problema, según Recoder, es que las obras de retirada de los lodos podrían contaminar el agua que se capta más abajo del embalse. «Si hubiera una fuga en el proceso, Aznalcóllar nos vendría a la memoria», afirmó en recuerdo de la catástrofe que afectó al entorno de Doñana en 1998. La Generalitat y el ministerio firmaron en el 2010 un convenio para retirar los elementos tóxicos y trasladarlos a una planta de descontaminación, además de acordar realizar obras de abastecimiento alternativo previas al proceso de descontaminación. El ministerio alega que ya está garantizada el agua de calidad, incluso con transporte en cisternas si fuera necesario, y que, de no empezarse en breve las obras, se corre el riesgo de riadas peligrosas y de perder una millonaria subvención de la Unión Europea (UE).

Según Territori, no obstante, el proceso de descontaminación puede remover las materias tóxicas que descansan en el fondo del pantano -vertidas en décadas pasadas por la empresa Erkimia, ahora Ercros-, lo que en caso de una eventual contaminación de los caudales puede generar «daños irreparables» desde Flix hasta el delta de Ebro, dijo Recoder. Elconselleradvirtió de que si este «imprevisto» episodio se produjera, el 85% de la población de la zona solo tendría agua garantizada durante entre tres días y una semana.