JUICIO POR CORRUPCIÓN EN LA AUDIENCIA DE BARCELONA

4 guardias civiles invirtieron con narcos

Los agentes imputados admiten su relación con un colaborador policial

Cinco de los guardias civiles acusados en el juicio, el martes.

Cinco de los guardias civiles acusados en el juicio, el martes.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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Cuatro guardias civiles, entre ellos un mando, imputados por pertenecer a una trama presuntamente corrupta participaron en un negocio inmobiliario en Galicia promovido por un acusado de narcotrafico y a la vez colaborador suyo. Así lo reconocieron ayer los agentes en el juicio que se celebra en Barcelona, aunque alguno de ellos declaró que no sabía que detrás de la operación de compraventa de pisos se encontraba Javier Segura, para quien el fiscal pide 39 años de prisión por ser el líder de un grupo especializado en el robo de droga para después revenderla.

Uno de los presuntos cabecillas de la red, el suboficial de la Guardia Civil Roberto de Prádena, declaró que conoció a Segura cuando lo detuvieron en 1998 y que después se convirtió en su colaborador, a la vez que admitió que otros procesados por narcos hicieron de informadores y confidentes. Eso sí, negó cualquier relación con el robo de droga a un traficante en Palau de Plegamans (el fiscal sostiene que se simuló una operación) y la sustracción de hachís del cuartel de Mollet del Vallés.

EL BAR MUSICAL / Prádena reconoció que con otros tres guardias imputados montaron un bar musical en Mollet y que Segura le propuso invertir en unos pisos en Galicia. Los magistrados escucharon las conversaciones telefónicas grabadas en las que se menciona este negocio y en la que sale a relucir el nombre del agente Antonio Sáez Martínez, El Tete, otro de los acusados por corrupción. El suboficial también oyó una conversación que mantuvo con Segura cuando este ya estaba en prisión. El presunto narco utilizó un teléfono móvil, cuando en la cárcel está prohibido tener estos aparatos. Los dos hablan, precisamente, de cómo se estaban desarrollando las pesquisas iniciadas contra ellos.

Otros tres guardia civiles confesaron que participaron en el negocio de Galicia y en el montaje del pub, pero negaron que robaran droga. Algunos de ellos confesaron que conocían a los presuntos narcos acusados. El fiscal preguntó a un agente sobre un ingreso de 147.000 euros en una cuenta suya. El imputado dijo desconocer su existencia.