ESCUELA AMISTAT DE FIGUERES. EL AMPA PAGA LOS RETRASOS DE LAS BECAS COMEDOR

«Somos la banca del Govern»

El comedor escolar de la escuela La Amistad de Figueres, ayer.

El comedor escolar de la escuela La Amistad de Figueres, ayer.

FERRAN COSCULLUELA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La escuela Amistat de Figueres (Alt Empordà) es un colegio ejemplar. Constituido como comunidad de aprendizaje, ha conseguido implicar a alumnos, profesores y familias en un proyecto pedagógico que apuesta por la participación, la interculturalidad y el aprendizaje basado en el diálogo. Este afán de mejora llevó al ampa a hacerse cargo de la gestión del comedor, en lugar de dejar el servicio en manos del consejo comarcal, como hacen la mayoría de los centros de la demarcación. Un esfuerzo adicional que en los últimos cursos les está obligando a ejercer«de banqueros de la Generalitat», ya que la asociación de padres tiene que hacer frente a los retrasos en el pago de las becas comedor.

«En marzo hemos cobrado el mes de septiembre del año pasado. Un retraso de cinco meses que nos ha obligado a adelantar más de 16.000 euros», explica Glòria, una voluntaria de la comisión de comedor del centro. La escuela Amistat tiene 364 alumnos y aproximadamente un centenar se quedan a comer. Hace unos años, este servicio era utilizado por 140 niños, pero la crisis ha hecho que muchas familias no dejen a sus hijos, porque les sale más barato comer en casa que en el colegio, aunque tengan derecho a una beca.

El menú de la escuela cuesta 5,80 euros, por debajo de los 6 euros que cobran algunos consejos comarcales.«Un 70% de los niños que se quedan a comer están becados, con ayudas del 50% y el 70% del precio del menú. Pero hay familias que ni así pueden permitirselo», insiste la voluntaria.

A pesar de la grave situación, el ampa del centro puede ir haciendo frente a los pagos gracias a que dispone de unos fondos procedentes de un dinero que se iba a destinar a una obras que finalmente no se necesitaron.«Hay otras ampas del Empordà que están en una situación muy similar y que se plantean dejar el comedor en manos del consejo comarcal. Otros centros obligan a las familias con becas a pagar la totalidad del precio del menú y luego les devuelven el dinero que les da la Generalitat»,comenta Glòria.