La vara de mando municipal es la asignatura política pendiente

José Luis Rodríguez Zapatero rompió moldes al nombrar a María Teresa Fernández de la Vega como número dos del Gobierno. Era la primera vez que una mujer llegaba tan alto en política en España. Mariano Rajoy ha seguido su estela al colocar a su derecha a Soraya Sáenz de Santamaría. Ambos ejemplos ponen de manifiesto que las mujeres pisan cada vez con más fuerza sobre la arena política. Ministras, presidentas autonómicas, diputadas, senadoras... Sin embargo, esta normalidad parece lejana en los ayuntamientos. En Catalunya, de 947 municipios, solo están gobernados por mujeres 134.

Por contra, la presencia femenina se nota en el Parlament, presidido por Núria de Gispert y donde las diputadas ocupan el 43% del hemiciclo, una cifra que roza la paridad y que queda ya muy lejana del 5,2% de la primera legislatura. En el Congreso (35,4%), el Senado (33,8%) y el Parlamento Europeo (35,2%), las cifras no son tan buenas, pero la evolución también es positiva.

Así pues, la asignatura pendiente (y con una calificación demuy deficiente) es la política municipal. La evolución es muy lenta y aunque la ley de cuotas -según la cual deben haber como mínimo un 40% (y como máximo un 60%) de mujeres en las listas electorales- ha ayudado, para que una mujer pueda llegar a ser alcaldesa debe encabezar la lista.