LA ACTUACIÓN DEL GOVERN FRENTE AL RIGOR INVERNAL

Mucho ruido y poca nieve

El 'conseller' Puig defiende las medidas preventivas frente a las acusaciones de sobreactuación

Nieve en Calella de Palafrugell (arriba) y en Pals (abajo), y sal en la Gran Via de Barcelona (derecha), ayer.

Nieve en Calella de Palafrugell (arriba) y en Pals (abajo), y sal en la Gran Via de Barcelona (derecha), ayer.

CRISTINA BUESA
BARCELONA

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El segundo episodio de nevadas se dio por acabado ayer sin incidencias reseñables. Varios miles de alumnos se quedaron en casa porque sus ayuntamientos habían suspendido las clases o bien porque los consejos comarcales habían anulado las rutas escolares siguiendo las instrucciones de la Generalitat. Pero, sin problemas graves que analizar, el debate se centró en evaluar si el despliegue de protección civil y las medidas que tomó la Conselleria d'Interior fueron proporcionadas.

«Pensábamos que la nevada llegaría a Barcelona pero se quedó parada entre el Maresme y La Selva», describió el jefe de área de predicción del Servei Meteorològic de Catalunya, Santi Segalà. Si esas precipitaciones hubieran alcanzado el Vallès o el área metropolitana, la situación hubiera sido diametralmente distinta, apuntó el conseller Felip Puig. Una vez más, el responsable de Interior justificó las decisiones adoptadas el jueves: «Es mejor prevenir que reparar». Y a continuación, con cierto tono de desafío, avisó: «Si este conseller vuelve a encontrarse con un mapa de alto riesgo así, ante la vulnerabilidad de la gente, hará lo mismo».

EL RECUERDO DEL 2010 / La consellera de Ensenyament, Irene Rigau, sostuvo que las medidas adoptadas habían estado marcadas por lo ocurrido en marzo del 2010. Sin embargo, y a pesar de que el día anterior había dicho lo mismo que Rigau, Puig negó ayer que las decisiones se hubieran tomado «condicionadas» por lo que ocurrió entonces. «No ha sido exagerado», sostuvo el responsable de Interior.

Este juicio fue rechazado por el exdirector general de Protecció Civil, Josep Ramon Mora, que precisamente ocupaba ese cargo en la gran nevada del 2010. «Ha habido una sobreactuación del sistema de protección civil motivada por el recuerdo de dos años atrás y también por el factor personal: el conseller Puig tiende a sobreactuar», censuró Mora.

Mora se quejó de que cuando ocurre (o se prevé que ocurra) un fenómeno meteorológico de esta envergadura «todo se centra en aplaudir o criticar cuando lo que se debería hacer es analizar para mejorar», propuso. Un «atenuante» es que la predicción del tiempo «tiene un elevado factor de incertidumbre», según el exdirector general.

PRINCIPIOS DE PROTECCIÓN / Este último punto es subrayado por el profesor de la UB Joan Manuel Vilaplana. «Hay ciertas cosas que nunca podremos controlar, pero a pesar de las complicaciones inherentes a la predicción, se ha actuado correctamente», defiende este experto en riesgos naturales.

Entre los principios de protección civil, recordó el propio conseller de Interior ayer, están la prevención, la reacción y por último la reparación. Vilaplana añadió: «Para valorar un riesgo hay que tener en cuenta la peligrosidad, la exposición y la vulnerabilidad. En esta ocasión, se ha actuado sobre la exposición, sacando a las personas del escenario peligroso, que es lo que se suele hacer».

RUTAS ESCOLARES / La forma de sacarlos fue, precisamente, suspendiendo las rutas escolares interurbanas en 13 comarcas, lo que, sumado a los centros escolares cerrados por sus municipios, dio un balance de 38.320 alumnos sin clase ayer. Àlex Castillo, vicepresidente de la Federació d'Associacions de Pares d'Alumnes de Catalunya (FAPAC), considera que hubo «un exceso de precaución. Lo podían haber hecho mejor», resumió. Con todo, se mostró predispuesto a disculpar al Ayuntamiento de Barcelona, informa Jordi Casabella. «Prefiero que el alcalde Trias haya hecho el ridículo a que tuviésemos que lamentar daños mayores. No se lo voy a reprochar», añadió. El consistorio, por su parte, se mostró satisfecho de su trabajo y negó que hubiera actuado con exceso de celo.

Quienes sí expresaron quejas fueron los hosteleros del Pirineo, informa Ferran Cosculluela. El presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Juan Antonio Serrano, calificó la actuación del Govern de «propia de una república bananera» y mostró su «indignación» porque en la gestión de la alarma no se tuvieron en cuenta las «graves consecuencias» para el sector turístico. Una crítica similar, aunque más moderada, expresaron los portavoces de las estaciones de Masella (Cerdanya) y Boí Taüll (Alta Ribagorça), que denunciaron que han tenido numerosas cancelaciones de reservas (de hasta el 30%) para este fin de semana.

No es de esta opinión el experto en movilidad Alfons Perona: «Es mejor adelantarse a los hechos, prefiero que [la prevención] se pase de largo a que se quede corta».