NUEVO BROTE DE VIOLENCIA EN EL GIRONÈS

Salt intenta desligar el episodio violento de la tensión racial

La alcaldesa insiste en su idea de negar el arraigo a los incívicos

LLUÏSA F. GONZÁLEZ / Salt

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Inmigración no es sinónimo de delincuencia. Este es el mensaje que subrayó ayer el Ayuntamiento de Salt tras los altercados del fin de semana que acabaron con una docena de vehículos y varios contenedores quemados. La alcaldesa, Iolanda Pineda, pidió también que no se relacionen estos incidentes con la tensión racial vivida hace un año en Salt.

No obstante, pocas horas antes, la propia Pineda se pronunciaba en sentido distinto al considerar que los sucesos justifican su pretensión de que se niegue el derecho al arraigo y a la reagrupación familiar a los inmigrantes incívicos. Pineda agregó a COM Ràdio: «Tirar por el suelo unas motos no debe salir gratis. No digo expulsarlos, pero...»

La alcaldesa dijo que el grupo de menores que causó los disturbios, la mayoría marroquís, estuvo «manipulado y guiado» por dos delincuentes mayores de edad y reincidentes, uno de los cuales fue detenido el viernes.