Las inspecciones y las sanciones

Salut anuncia mano dura en los accesos a escuelas e institutos

Una mujer apaga un cigarrillo en uno de los puntos habilitados por el Hospital Vall d'Hebron, junto a la Ronda de Dalt de Barcelona, ayer.

Una mujer apaga un cigarrillo en uno de los puntos habilitados por el Hospital Vall d'Hebron, junto a la Ronda de Dalt de Barcelona, ayer.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
BARCELONA

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Van a ser objetivo prioritario. Los más de 800 inspectores que la Conselleria de Salut ha desplegado para velar por el correcto desarrollo de la nueva ley del tabaco en Catalunya aplicarán mano dura ante las puertas de colegios e institutos. «Hay que evitar, en la medida de lo posible, que los jóvenes se inicien en la adicción», declara a EL PERIÓDICO Carme Cabezas, subdirectora del área de Promoció de la Salut. Así, desde el próximo lunes, cuando hayan reanudado su actividad tras las vacaciones navideñas, los accesos a los centros docentes catalanes van a ser objeto de controles intensos, anuncia la responsable de Salut.

Padres, estudiantes y, sobre todo, el profesorado serán pues el principal foco de atención. «Al personal docente, igual que al sanitario, se le presupone, dentro de sus funciones profesionales, la atribución de predicar con el ejemplo», argumenta Cabezas.

En estas circunstancias, recomienda la doctora, lo mejor que pueden hacer maestros y profesores -y también médicos y enfermeros- es «esconderse, tratar de que los alumnos o los usuarios no los vean, cuando vayan a encenderse un cigarrillo» en las inmediaciones del lugar de trabajo. Además, en el caso de los sanitarios sería recomendable incluso que salieran a fumar sin su habitual bata blanca. Por el mismo motivo, agrega la subdirectora de Promoció de la Salut, «estos dos grupos van a ser también prioritarios a la hora de recibir ayuda médica si deciden abandonar la adicción al tabaco».

¿A QUÉ DISTANCIA? / ¿Cuál es la distancia a la que, según la ley, debe alejarse un fumador respecto a la puerta de acceso a un colegio o un hospital? La pregunta ronda desde el domingo a muchos consumidores, que desconocen la letra pequeña de la nueva normativa y la aplican como buenamente les parece. Eso ha hecho que en las primeras 48 horas de vigencia de la reforma de la ley el mayor número de incumplimientos se haya detectado justamente frente a los centros sanitarios.

La normativa, aclara la doctora Cabezas, no determina una distancia concreta. «Los inspectores valorarán cada situación, en función de las características de cada edificio», indica. En hospitales o institutos situados en el interior de cascos urbanos -«como el Clínic de Barcelona, por ejemplo»-, la prohibición de fumar se extiende a toda la manzana donde esté situado el centro. «Basta con cruzar a la acera de enfrente», apunta la subdirectora. En el caso de inmuebles aislados o no integrados en la trama urbana «es difícil establecer el límite, pero algunos hospitales, como el del Vall d'Hebron o el Institut Català d'Oncologia, ya han señalizado las zonas donde se debe apagar el cigarrillo».

MULTAS ELEVADAS / Hasta ayer por la tarde, el registro de la Conselleria de Salut solo había recibido dos denuncias formales por vulneración de la ley antitabaco. Las autoridades sanitarias calculan que a finales de esta semana el número de demandas podría haber aumentado notablemente, cuando empiecen a llegar a sus despachos los incumplimientos denunciados a través de las asociaciones de consumidores y usuarios y de la página web de Sanitat Respon.

Con las denuncias sobre la mesa, y antes de imponer sanciones (de 30 a 10.000 euros y, en casos muy graves, hasta 600.000), los inspectores tendrán que corroborar si son y siguen siendo ciertas y, de ser así, deberán iniciar el correspondiente expediente administrativo.