El impacto económico

Hoteles a medio gas

Dos pasajeros observan las pantallas de información del aeropuerto de El Prat, ayer, donde, después de tres días de caos aéreo, todos los vuelos salían con normalidad.

Dos pasajeros observan las pantallas de información del aeropuerto de El Prat, ayer, donde, después de tres días de caos aéreo, todos los vuelos salían con normalidad.

M. JESÚS IBÁÑEZ / FIDEL MASREAL / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La mitad de las 50.000 plazas hoteleras de Barcelona están vacías estos días en gran medida por culpa de los controladores aéreos. El que a priori pintaba como el mejor puente del 2010, ha acabado costando dinero a los operadores turísticos, especialmente a las agencias de viajes, que calculan que, en toda España, van a tener que reembolsar unos 250 millones de euros a los clientes que finalmente se han quedado sin poder volar.

«En 35 años de actividad, nunca había vivido una situación como la que se produjo entre el viernes por la tarde y el sábado por la mañana», rememoraba ayer Jaume Ventura, miembro de la Unió Catalana d'Agències de Viatges Emisores (Ucave), que no espera tener antes del jueves datos definitivos de las pérdidas ocasionadas a sus asociados por el bloqueo del espacio aéreo.

Para otros, como hoteles y restaurantes, el problema es lo que se ha dejado de ingresar por culpa de la huelga. Los propietarios de alojamientos manejan en Barcelona un primer dato revelador: la ocupación, inicialmente prevista entre un 68% y un 70%, había caído ayer entre 15 y 20 puntos, asegura Jordi Clos, presidente del Gremi d'Hotels de Barcelona. «Y ya no hay esperanzas de que se recupere entre el martes y el miércoles», agrega.

Los 388 establecimientos adheridos a la entidad terminarán de evaluar entre hoy y mañana el impacto económico de la movilización de los controladores. Y aún ha ayudado el hecho de que, en un primer momento, los turistas que iban a dejar la ciudad tampoco pudieran partir durante los días del cierre aéreo. «De hecho -indica Clos-, gracias a eso, el sábado y el domingo, el descenso de reservas fue solo de un 5%».

Desayunos gratis

Eso no significa, no obstante, que la situación resultara agradable. Al contrario. La joven recepcionista de un hotel de la capital catalana explicaba ayer el caso de una clienta, «que salió el viernes, a las ocho de la mañana, porque tenía un vuelo a Canarias, y regresó al hotel, a las siete de la tarde, sin saber cuándo podría marcharse», relató. Ante el gran enojo de la señora, el establecimiento optó por «regalarle al menos el desayuno», destacó la empleada. «Y no solo se han dejado de llenar camas, también se han perdido servicios de cafetería y de restaurante», añadió.

Pero como decía un operador, «hay ejemplos para todas las situaciones». Eva y Ana, dos malagueñas de poco más de 25 años, arrastraban el domingo por la mañana sus maletas por las aceras de la Sagrada Família. Acababan de aterrizar en Barcelona e iban en busca de su hotel, situado un par de calles más arriba. «Aunque nos hemos perdido dos días de vacaciones -hubieran tenido que volar el viernes, explicaron-, hemos preferido viajar a que nos reembolsaran el dinero de los billetes de avión», explicó una. «Es que como hemos hecho todas las reservas por internet, nos arriesgábamos a acabar perdiendo el hotel y las entradas a un musical», agregó la otra.