El poder de un gigante

Cruzar Tarragona de noche por la autopista AP-7 ofrece un espectáculo visual único. Algunos lo asocian a un paisaje de ciencia ficción y, los más cándidos, a una postal navideña. Miles de luces en fábricas y torres, con chimeneas que en algunos casos expulsan fuego, y en otros, humo o vapor, se extienden por el norte y por el sur de la capital y en las poblaciones de Vila-seca y Constantí. Se trata del foco industrial petroquímico más grande de España y de los más importantes del sur de Europa.

Después de la crisis que llevó a cerrar seis empresas el año pasado, la Asociación Empresarial Química de Tarragona acoge a 31 empresas, incluyendo a las que están ubicadas en las poblaciones de Flix (Ribera d'Ebre), Alcover (Alt Camp) y Tortosa (Baix Ebre). Entre todas ellas ofrecen 10.000 puestos de trabajo directos que generan 630 millones de euros anuales en salarios y 15 millones en impuestos.

Estas empresas producen el 25% del total del sector en España (21 millones de toneladas anuales) y la mitad de la producción química catalana. Asfaltos Españoles, Basf, Repsol, Clariant, Dow Chemical y Ercros son algunas de las más conocidas. El valor de la producción química en Tarragona representa el 0,75% del total de la produción mundial. De esta zona, por ejemplo, salen el 44% de los plásticos que se fabrican en España.

Instituciones implicadas

Consolidar las instalaciones productivas existentes y atraer nuevas inversiones es uno de los principales objetivos recogidos en el Pacto para el Desarrollo firmado en julio del año pasado por la patronal química y diferentes instituciones y ayuntamientos. Entre los organismos que se han sumado a la iniciativa están las cámaras de comercio de Reus y Tarragona, y la Universitat Rovira i Virgili (URV).

El propósito no es solo consolidar una actividad que consideran beneficiosa para todo el territorio, sino también ampliar el Pacto de Progreso que firmaron en 1991. Este documento especifica el compromiso adquirido por los firmantes de mantener una«conducta responsable para la mejora continuada de la salud, la seguridad, el medio ambiente y la comunicación con la sociedad».

La memoria de la AEQT del 2009 destaca el récord conseguido«en la disminución de la siniestralidad».En este sentido, señala que la frecuencia de los accidentes disminuyó sensiblemente respecto del año anterior en un sector que ya presentaba uno de los mejores índices de seguridad.

Otro aspecto que resaltan en los protocolos es el mimo que prestan a la preservación del medioambiente. Incluso el delegado del Govern en el Camp de Tarragona, Xavier Sabaté, constató que la calidad del aire en la zona que acoge la petroquímica fue«buena»durante la evaluación realizada en el 2009.

«No podemos ser ingenuos y excluir cualquier posibilidad de un accidente, pero sí podemos afirmar que la industria química aplica las prevenciones más estrictas»,destaca Ramon Fontboté, director general de la AEQT.