SALUD

Caza sonrojante en Girona

Un estudiante de bachillerato deja en evidencia al ayuntamiento al demostrar que el mosquito se ha instalado en varios puntos de la ciudad

FERRAN COSCULLUELA
BARCELONA

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Jordi Batllori es un estudiante de bachillerato de Girona que, entre otras virtudes, tiene el mérito de haber puesto en evidencia a los responsables de la red de detección de plagas municipal. En dos meses de búsqueda, este adolescente de 17 años ha demostrado la presencia del mosquito tigre en cuatro puntos de la ciudad. Un exitoso trabajo de investigación que contrasta con la ineficacia de los técnicos del ayuntamiento, que en los últimos tres años han sido incapaces de encontrar al molesto bichito a pesar de tener instaladas 17 trampas por toda la ciudad. Algunas de ellas en las mismas zonas en las que Jordi encontró El insecto.

«La verdad es que cuando empecé el trabajo para el colegio no esperaba encontrar nada. Escogí este tema porque los medios de comunicación hablaban del insecto y porque había que hacer trabajo de campo. Cuando detecté el primer positivo, me quedé muy sorprendido», relata.

A pesar de sus medios precarios, Jordi no estaba solo, ya que su investigación estaba asesorada por el Servei de Control de Mosquits de la Badia de Roses i del Baix Ter, cuyo responsable, Eduard Marquès, comunicó a la técnica de protección de salud de Girona la detección del primer positivo a finales de julio, tras encontrar varias docenas de huevos en una trampa instalada por el estudiante en el Parc del Migdia.

Al primer hallazgo de rastros del mosquito se sumaron otros tres casos más, encontrados en los alrededores de la sede del Consell Comarcal del Gironès, en un parque cercano a la estación de Renfe y en el jardín del domicilio de la familia Batllori, situado en el barrio de Montilivi. En total Jordi ha encontrado hasta ahora más de 360 huevos, y lo que es peor: «Cada vez que se detectaba un nuevo foco, constatábamos que los anteriores se confirmaban, porque aumentaba en ellos el número de huevos», destaca el estudiante. Después de que el Ayuntamiento de Girona recibiera el primer aviso de la presencia del tigre en la ciudad, no ocurrió nada de nada. Ni se activaron los protocolos de prevención, ni se llevaron a cabo fumigaciones, ni se revisaron las trampas municipales a pesar de su demostrada ineficacia.

Más casos

Enric Pardo, concejal de Medi Ambient, asegura que el consistorio no recibió ninguna advertencia y que la primera noticia sobre el insecto llegó a finales de agosto, cuando dos vecinos llevaron unas muestras al ayuntamiento que dieron positivo. Para más inri, en los puntos donde estos hallaron los nuevos huevos (Mas Xirgu y Palau) también había trampas municipales. Eso sí, completamente vacías.