INFRAESTRUCTURA POLÉMICA

El trazado de la variante sur de Lleida divide a los socios del tripartito

El PSC defiende el trazado propuesto por la Generalitat, pero ERC e ICV lo critican

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ
LLEIDA

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Fue una de las primeras promesas que el tripartito hizo a la ciudad de Lleida, en cuanto tomó las riendas de la Generalitat: el desdoblamiento y prolongación de la variante sur. La infraestructura, cuyo primer tramo fue inaugurado a toda prisa por el último Gobierno de CiU, estaba llamada a convertirse en una vía de alta capacidad, con la que se completaría el anillo de circunvalación de la ciudad y se daría fluidez al tráfico del área industrial. Cinco años después, los socios del Govern de izquierdas y progresista --PSC, ERC e ICV-- no han sido aún capaces de ponerse de acuerdo sobre el trazado.

Así, mientras los socialistas defienden la propuesta presentada el pasado viernes por el departamento de Política Territorial i Obres Públiques, de que la variante discurra por un corredor lo más cercano posible al casco urbano de la capital del Segrià, desde ERC y de ICV se reclama que la nueva ronda pase, en su tramo oeste, por la orilla izquierda del río Segre, es decir, por los términos de Albatàrrec y Montoliu de Lleida. Los payeses leridanos y CiU también apoyan esta opción, que ha sido recogida en el estudio informativo de la Generalitat como una alternativa secundaria, ya que presenta "mayor impacto y menor funcionalidad".

La propuesta de trazado de Política Territorial "incluye las medidas correctoras presentadas por la Paeria, que minimizan la afectación sobre la Horta", aseguró el viernes el alcalde, Àngel Ros (PSC). Entre otras incorporaciones, dijo, la propuesta prevé la construcción de un puente de 2,5 kilómetros, "que encarece la obra, pero reduce el impacto".

EL VALOR DE LA HUERTA

La variante será una autovía de cuatro carriles, que atravesará la Horta de Lleida y conectará el tramo ya existente --el inaugurado por CiU 22 días antes de las elecciones autonómicas de 2003-- con la autovía A-2, a su paso por Alcarràs. El proyecto supone construir una nueva carretera de 9,1 kilómetros, con una inversión estimada de 179 millones de euros.

La alternativa no convence, sin embargo, a los afectados, que ya en 2005 --cuando se empezaron a barajar distintas propuestas de trazado-- crearon una plataforma de defensa de la Horta. El colectivo, que cuenta con el apoyo de 50 entidades de la ciudad, reivindica el alto valor ecológico, agrícola y económico de la zona, y reclama que sea protegida como espacio periurbano. En una asamblea celebrada el sábado, los payeses exigieron la retirada sin excusas del proyecto.

Mientras, la Generalitat acaba de adjudicar a una unión de empresas locales la construcción del tramo este, entre la variante actual y la conexión con la C-13 y cuyo trazado cuenta con mayor consenso.