La crisis frena el flujo de inmigrantes por primera vez en el último decenio

Una y otra vez, las fuerzas políticas han atribuido la llegada masiva de inmigración a causas tan dispares como las regularizaciones extraordinarias y la laxitud de las fronteras españolas. Pero la realidad ha demostrado que el verdadero efecto llamada es una economía en crecimiento. Y ha sido necesaria una crisis económica para que, por primera vez desde hace una década, se trunque el crecimiento sostenido de las cifras de trámites de extranjería llevados a cabo por la delegación del Gobierno en Catalunya. Así, en el primer semestre de este año, las oficinas de extranjería resolvieron 197.380 solicitudes. Esta cifra está un 21% por debajo de las 247.000 que se solventaron en los seis primeros meses del 2007.

Y eso teniendo en cuenta que, según la Delegación del Gobierno, en estos seis primeros meses han coincidido una importante cantidad de trámites, algo que no se repetirá en la segunda mitad del año, con lo que la cifra total de solicitudes resueltas va a quedar aún más lejos de las 494.000 del conjunto del 2007.

Estas cifras fueron presentadas ayer por el delegado del Gobierno en Barcelona, Joan Rangel, que aunque intentó mostrarse prudente reconoció que "hay fenómenos que se deducen de esa reducción en la cifra de trámites". "El incremento sostenido de estos años ya no se ha producido y todo indica que es a causa de la crisis económica", señaló el responsable gubernativo en Catalunya.

"Obviamente, cuando hay una crisis de empleo, se contrata a menos gente en origen", añadió Rangel para referirse a las contrataciones de extranjeros en su propio país, el trá-

mite que ha sufrido un mayor pa-

rón. De hecho, en lo que llevamos de año, la Delegación del Gobierno en Catalunya ha autorizado 15.400 contrataciones de este tipo, cuando en el mismo periodo del 2007 se concedieron 17.000. Además, el delegado explicó que ha cambiado el sector que contrata. "Ya no es la construcción, sino los servicios", apostilló.

PRONÓSTICO TREMENDISTA

Pese a los pronósticos tremendistas del Gobierno que preveían la llegada de cientos de miles de personas mediante la reagrupación familiar, las cifras oficiales dejan claro que esas llegadas se han estabilizado y se ha interrumpido el crecimiento exponencial que habían experimentado estos últimos años. Así, las reagrupaciones solo han subido el 0,8%, pasando de las 26.919 de los primeros seis meses del 2007 a las 27.153 de este año. En cambio, este aumento es ridículo respecto al 44% registrado con respecto al 2006.

El único indicador que ha aumentado han sido las solicitudes de regularización por arraigo social, que han pasado de 2.900 en el 2007 a 7.604 en el 2008, lo que supone un incremento del 162%. Pero los arraigos solo representan el 3,8% de las solicitudes. Su incremento era previsible, pues es la única opción con la que cuentan lossin papelespara regularizar su situación. El hecho de que sea necesario llevar tres años residiendo en España para acogerse a esta medida explica que los solicitantes sean quienes llegaron tras la regularización del 2005.

En opinión de Ghasán Saliba, secretario de Inmigración de CCOO, este descenso en los trámites evidencia "que lo que atrae a los inmigrantes es una economía que demanda mano de obra y que, cuando esta se para, los flujos migratorios se frenan". Este responsable sindical, cuyo centro de atención a inmigrantes ha notado también una bajada de consultas, destacó que "cada vez hay menos empresas que demandan personal extranjero".