Catalunya censa una a una todas sus golondrinas

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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Contar nido a nido todos los ejemplares que pasan el verano en los más de 900 municipios catalanes es a lo que aspira el primer censo individual de avión común --la popular golondrina que cría en los alerones de las casas--, un ambicioso y largo proyecto cuyo éxito dependerá en gran medida de la participación ciudadana. La Fundació Territori i Paisatge (Caixa Catalunya) y el Institut Català d'Ornitologia (ICO), que ayer presentaron las líneas generales del censo, esperan que aficionados y miles de voluntarios sin formación previa, procedentes de colegios, institutos, casals o centros excursionistas, colaboren en la iniciativa. Por extrapolación de áreas muy analizadas, se calcula que en Catalunya crían entre 130.000 y 200.000 parejas, pero es solo una estimación: nunca se había intentado contar los efectivos de un ave tan abundante y ubicua, pues se encuentra en el 92% del territorio.

El avión común no es una especie particularmente en crisis, aunque sí es cierto que en las últimas décadas ha abandonado algunas zonas tradicionales de cría debido a la construcción de edificios sin oquedades, la falta de barro para hacer los nidos y la escasez de alimento, entre otros factores. "Es un excelente bioindicador --explica Pere Alzina, especialista del ICO--. La presencia de golondrinas es un síntoma de buena conservación ambiental".

FOLLETOS

El Proyecto Golondrinas repartirá a los voluntarios un folleto que ayudará a identificar la especie y explicará cómo debe realizarse el censo. "Creemos que trabajar con voluntarios no significa perder el rigor científico", añade Alzina. Los voluntarios, por ejemplo, deberán especificar el área de muestreo (para evitar duplicaciones) y apuntar el día y la hora de la observación, la localización exacta y las características del edificio donde se sitúa el nido. Las observaciones se podrán enviar por internet (www.caixacatalunya.es/territoriipaisatge).

A diferencia de su pariente la golondrina común, con su característico cuello de color rojo, el avión común es exclusivamente negro y blanco. Por el color también podría confundirse con el vencejo negro, tan abundante en ciudades como Barcelona, pero esta especie es mayor y vuela mucho más alto. "Las golondrinas comen todos los días tantos insectos --moscas, mosquitos, pulgones-- como el equivalente a la mitad de su peso", prosigue Jordi Sargatal, director de la Fundació Territori i Paisatge. De hecho, la simpatía que despiertan es uno de los ganchos para fomentar la participación. Para acabar con los excrementos, que son la única molestia generada, Sargatal explica que en muchos países europeos se están instalando tablones debajo de los nidos.

El avión común es una especie migradora que pasa el verano en Europa, desde Escandinavia hasta Portugal, y a partir de septiembre regresa a sus cuarteles de invernada en África. En el caso de Catalunya, el censo se realizará durante varios años en dos fechas diferentes: en el mes de mayo, que es cuando las golondrinas se dedican a construir los nidos, y entre el 15 de junio y el 31 de julio, coincidiendo con el momento de eclosión de los huevos. "Creo que en dos o tres años podremos tener una aproximación bastante exacta de las poblaciones", concluye Sargatal.