El Niño reparte una fortuna en Albacete, A Coruña y Valladolid

ANTONIO M.YAGÜE / MADRID / ANTONIO SANGIAO / LA CORUNYA

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La lotería del Niño pasó ayer de largo por Catalunya y llevó los 100 millones de euros del primer premio, que recayó en el número 92.034, en localidades medianas y pequeñas de A Coruña, Albacete y Valladolid. La diosa fortuna regaló otros 20 millones del segundo premio, el 87.711, entre los clientes de un centro comercial de Cáceres, la provincia que menos jugaba en este sorteo.

"Es la primera vez que damos un premio así", relató Juan Miguel Montes Sánchez, responsable de la administración 1 de Tobarra (Albacete). Como suele ocurrir en estos casos, ni él ni ninguno de sus empleados se llevaron a casa décimos del venturoso número, que dejó 40 millones en esta localidad de poco más de 7.600 habitantes. Sin embargo, Montes se mostró muy contento, ya que todos los números fueron vendidos en ventanilla "a gente normal".

TAMBORRADA EXTRA

"La tamborrada de la Semana Santa de este año sobrepasará las 140 horas seguidas tocando el tambor", comentó David Díez, alcalde de la localidad, que hace tres años vivió un trágico descarrilamiento del Talgo saldado con dos muertos y 30 heridos graves.

En Tobarra se quedaron 20 series del 92.034, y otras tantas desembarcaron en Ferrol. De la lluvia dineraria, 34 millones de euros, fue responsable la administración 6, en pleno barrio obrero de O Inferniño. Su propietario, Julio Rey, recordó haber vendido casi todo en ventanilla, unos 170 décimos. En el exterior, un grupo de veinteañeras afortunadas gritaba "¡Nos vamos a Punta Cana a menear los millones!".

Una de las mujeres que tuvo la fortuna de comprar un décimo premiado y que trabaja como dependienta en una tienda de decoración cercana, exclamó emocionada que es la primera vez que le toca la lotería. "Estábamos en casa y cuando vimos que nos había tocado no paramos de gritar", enfatizó.  Otro agraciado, Francisco Cordero, fontanero de 22 años, explicó que compró el décimo porque suele ir por la oficina y sin fijarse en el número.

REPARTIDO CON EL PAN

El descorche de botellas de cava resonó también en plena Tierra de Campos vallisoletana. Diez series del primer premio se vendieron en Medina de Rioseco, aunque los 100 décimos fueron a parar íntegros a Villardefrades. Los 200 vecinos de este pueblo, a 55 kilómetros de la capital castellano-leonesa, se abrazaban por la llegada de 20 millones de euros. Casi todos los habitantes de Villardefrades tienen un décimo agraciado.

La fortuna llegó a esta zona, venida a menos por la crisis de la agricultura y la creciente despoblación, de la mano de Ildefonso de la Rosa, panadero y dueño de una tienda y un bar en Villardefrades. De la Rosa repartió algunos décimos en los pueblos de Castromembibre y Villavelid, donde lleva el pan. "He dado mucha alegría a gente humilde pero también me he llevado algunos enfados por no haber ofrecido el número", declaró Ildefonso, un tanto contrariado por los reproches y por haberse quedado solo un décimo.

"Esto es algo increíble, algo que siempre ves por la tele y hoy resulta que los afortunados somos nosotros", declaró el alcalde, Jorge Castro. "Sería bonito que esto pasara cada año en un pueblo distinto de España", añadió Castro, solidario.

30 MILLONES

DEVUELTOSLa diosa fortuna también se encaprichó con Extremadura, la comunidad que menos jugaba, 14,22 euros por habitante frente a los 23,15 de media nacional. La administración 11 de Cáceres, ubicada en el centro comercial Ruta de la Plata, vendió 20 millones del 87.771, agraciado con el segundo premio. Sus propietarios creen que está muy repartido entre quienes acuden a los cines y tiendas del centro. Pero La suerte no fue completa: devolvieron 30 millones.