La mayoría de las agencias de adopción se designaron a dedo

La 'consellera' Figueras reconoce que hubo errores en el caso del Congo

MERCÈ CONESA / BARCELONA

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El número de adopciones de niños crece tan rápido que la estructura que las gestiona no siempre puede seguir el ritmo. Ese es el caso de las Entidades Colaboradoras de la Generalitat para las Adopciones Internacionales (Ecai) que, si bien deberían ser designadas mediante un concurso público, en su mayoría están simplemente acreditadas a dedo y de forma provisional. La última convocatoria de concurso data de febrero del 2004, a pesar de que han surgido nuevos países para adoptar, como los dos Congos, Haití y Sri Lanka.

De las 50 autorizaciones que 20 ecais tienen para tramitar adopciones en 35 países, solo 18 se han resuelto por concurso público. Otras, cuya designación se hizo antes del 2001, no requerían pasar por ese trámite porque entonces la ley sí permitía la adjudicación directa.

"La brutal presión adoptiva en este país ha obligado al Institut Català de l'Adopció i l'Acolliment (ICAA) a trabajar contra reloj", explicó ayer Jaume Funes, secretario de Famílies i Infància. De esas prisas parece ser que provienen los problemas vividos el pasado agosto por siete familias que fueron a Congo-Brazzaville a adoptar y a quienes la embajada española en Congo-Kinshasa les negó los visados para sus hijos.

LA ADVERTENCIA

La Ecai que actúa en los dos Congos, Associació per l'Adopció d'Infants al Congo (Adic), fue acreditada a dedo el 21 de febrero de este año por el ICAA, que entonces dirigía Rosa Maria Bertran. Y eso a pesar de que días antes --el 18 de enero del 2006-- el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales había comunicado al ICAA que el embajador español en Kinshasa "ponía pegas a Adic, por varias cuestiones, entre ellas por los precios que figuraban en su página web", explicó Funes.

Bertran no informó a sus superiores (Funes y la propia consellera de Benestar i Família, Carme Figueras) de esa advertencia. Tampoco les comunicó que el 1 de agosto, cuando las familias estaban a punto de viajar hacia Congo, decidió suspender provisionalmente a Adic para tramitar nuevas adopciones.

Las familias, después, se encontraron con la negativa de la embajada a dar visados a los niños y con los disturbios que se desencadenaron en Kinshasa. Finalmente, un diplomático español tuvo que viajar a la zona para traerlos de regreso.

Todo eso ocurría sin que los máximos responsables de Benestar i Família supiesen nada hasta que el 17 de agosto "una de las familias se puso en contacto conmigo", explicó Funes. La directora del ICAA, Rosa Maria Bertran, estaba de vacaciones. "La hice volver y la relevé del cargo, porque con su actitud impidió resolver la situación con mayor celeridad", explicó Figueras.

En cuanto a Adic, "su actuación legal ha sido la correcta, pero el departamento ha constatado que la gestión y el apoyo ofrecido a las familias durante todo el proceso vivido en Kinshasa y Brazzaville no fue suficiente ni adecuado", subrayó Funes. La consellera añadió que se revisará a fondo "el proyecto de Adic y la profesionalidad de sus miembros antes de dar una acreditación definitiva a esta entidad".

Los dos responsables de Benestar i Família insistieron en que se ayudará a las 30 familias que ya han iniciado trámites para adoptar en esos dos países, pero que aún no han ido a Kinshasa o Brazzaville. Adic tiene en casas cuna a 10 menores a los que los jueces congoleños han declarado desamparados.

La consellera Figueras se reunirá la próxima semana con representantes de los ministerios de Exteriores y Asuntos Sociales, para que estas nuevas adopciones no choquen con dificultades. Figueras remarcó que no deberían abrirse procesos de adopción en nuevos países hasta que no haya plenas garantías de que las administraciones implicadas "trabajarán coordinadamente".