Las cinco plantas de interior que hasta el más torpe puede mantener

Las plantas de interior se han convertido en un artículo de decoración más. Aunque son muchos los que inundan los salones, dormitorios e incluso cocinas con plantas artificiales al sentirse incapaces de cuidarlas, las naturales aportan un toque que nada tiene que ver con las de plástico.

Si buscas dar calidez a tu hogar, y, sobre todo, que sea más confortable, las plantas de interior que te presentamos a continuación son la mejor elección. Además, te damos algunos trucos y consejos para que el cuidado sea ‘pan comido’.

Tradicional: Ficus Lyrata

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Decora tu casa con un estilo especial y sofisticado, con este ficus, de hoja grande y pensado para decorar el interior de tu casa.

Es una de las plantas más fáciles de cuidar porque apenas hay que seguir unos simples consejo.

El género Ficus, que abundan en zonas intertropicales, necesitan luz abundante, aunque prefieren que los rayos del sol no les den de forma directa. El salón es una buena ubicación porque, normalmente, son muy luminosos y aunque cuentan con persianas o cortinas para evitar la exposición directa.

La temperatura óptima para un buen desarrollo de esta planta es entre los 20 y 25º. Como necesitan un ambiente cálido y húmedo, tendrás que pulverizar agua de forma frecuente.

En cuanto al riego, en invierno será suficiente una vez cada 15 días y una vez a la semana en verano. Si está en crecimiento, abona cada 15 días utilizando fertilizantes líquidos.

Enredadera natural: Poto

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Es otra planta que destaca por su fácil cuidado. El diámetro de esta maceta es de 14 centímetros y una altura de 20-30 centímetros. El poto, que trepa, es un clásico dentro de las plantas de interior y no puede faltar en tu casa.

Para que mantenga una buena salud, necesita exposición al sol, al igual que el ficus, aunque no de forma directa. En cambio, la temperatura ideal de esta planta es inferior: entre 16 y 21ª. Las mínimas que soporta este género, nativa del sudeste asiático, es entre 3-6º.

Hay que abonar la planta una vez al mes cuando está creciendo y cada tres meses si está descansado.

Pack: Cactus

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Los cactus son, por excelencia, las plantas más fáciles de cuidar porque apenas necesitan atención. Las cactáceas necesitan mucha iluminación, aunque no todos los géneros, hay más de 200, soportan la exposición directa del sol.

El truco es muy sencillo: las especies con muchas espinas requieren rayos directos, mientras que las crasas, aquellos cactus con pocas espinas, necesitan sombra y ventilación.

¿Cada cuánto tiempo regar el cactus? La frecuencia va a depender de la estación, y la temperatura, en la que nos encontremos.

En la temporada estival y con los termómetros superando los 40º en muchos puntos de la mitad peninsular, habrá que proporcionarle agua cada tres días aproximadamente.

En cambio, durante el resto del año tendremos que guiarnos por el estado de la tierra. Cuando esta esté completamente seca, es momento de regar nuestro cactus.

Purificadora del aire: Cinta

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Esta planta, que también se conoce como malamadre o lazo de amor, tiene su origen en Sudáfrica. Es ideal para decorar baños o cocina por su capacidad de adaptación a los lugares con humedad. La cinta aguanta temperaturas mínimas de -2ºC y máximas de 30ºC.

Respecto al riego de este género, como en la mayoría, debe ser más frecuente en verano. Dos o tres veces por semana es suficiente, mientras que con una vez en el invierno mantendrá nuestra planta con la mejor salud.

Si vives en alguna zona donde las temperaturas en verano superan ampliamente los 40 grados, tienes que evitar a toda costa los golpes de calor.

Si las hojas de la cinta están arrugadas o las puntas secas, tienes que cambiar su ubicación. Unos días en un lugar más frío solucionará este problema tan común de esta planta.

Decorativo: Árbol de Jade

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El árbol o planta de Jade es muy delicada pero, con unos simples consejos, vivirá muchos años en tu hogar. La parte más ‘complicada’ es el riego. A diferencia de otras plantas, tendrás que echarle agua cuando el sustrato esté completamente seco.

Pero no basta con la parte más superficial. Para comprobar si la tierra está húmeda o seca, simplemente hunde medio dedo en el sustrato. Si está seco, riégala.

Respecto al sustrato, opta por la mezcla de varias tierras. Respecto a la iluminación, la planta de Jade –Crassula ovata– necesita bastante luz, aunque no de forma directa. La cocina o el salón son lugares idóneos para colocar esta planta.

Usa abonos o fertilizantes orgánicos.