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'Exterior noche': Bellocchio reexplora el secuestro de Aldo Moro en formato serie

Filmin estrena el martes, día 20, la primera serie del gran cineasta italiano, un acercamiento desde perspectivas diversas al trauma nacional del secuestro y asesinato de Aldo Moro

'Exterior noche': Bellocchio reexplora el secuestro de Moro en formato serie

'Exterior noche': Bellocchio reexplora el secuestro de Moro en formato serie / Filmin

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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Ni siquiera los grandes autores europeos son ajenos al eterno retorno a material previo en que anda sumida la industria audiovisual. 'Exterior noche' (Filmin, lunes, día 20), primera serie del titán Marco Bellocchio, tiene algo de 'reboot' y de secuela 'de legado' de 'Buenos días, noche', su película de 2003 sobre el secuestro y asesinato del primer ministro italiano Aldo Moro por un comando de las Brigadas Rojas. Fue en la mañana del 16 de marzo de 1978, día elegido para la investidura del cuarto gobierno del democristiano Giulio Andreotti, esta vez con apoyo del Partido Comunista italiano. 

Bellocchio nos mostró entonces la perspectiva de una captora, Chiara (Maya Sansa), libremente inspirada en Anna Laura Braghetti, terrorista arrepentida que ejerció como anfitriona de la 'cárcel del pueblo' donde Moro pasó cincuenta y cinco días. En esta nueva reedición extendida quería incluir otras voces, otras perspectivas, apenas escuchadas en la película. Y tener tiempo para elucubrar sobre ellas en profundidad. De ahí que eligiera hacer una serie, aunque no sin reticencias a llamar al producto por su nombre: "Está dividida en episodios, pero es una única película", decía en entrevista con Cineuropa.

Dilemas e interrogantes

busca por igual la verdad histórica y la inmersión más libre en la vida íntima e interior de cada retratado

Sus relaciones políticas, familiares o de amistad introducen a personajes luego con capítulo propio, como Francesco Cossiga (Fausto Russo Alesi), el que era por 1978 ministro del Interior; el papa Pablo VI (Toni Servillo), preocupado por si la coalición sirve para aprobar la famosa ley 194, que abrió las puertas al aborto en Italia, o la esposa de Aldo, una Eleonora (Margherita Buy) eternamente ahogada en melancolía por un motivo u otro. Los personajes se enfrentan a dilemas e interrogantes imposibles: Cossiga se esfuerza por salvar a Moro entre llamadas desde diversos frentes a la protección de la integridad del país; Pablo VI lucha por mantener unidas "la responsabilidad y la misericordia". 

Cuando toca dar el punto de vista de los terroristas, Bellocchio se decanta por seguir a Valerio Morucci (Gabriel Montesi) y Adriana Faranda (Daniela Marra), quienes tuvieron un rol importante durante el secuestro. Adriana, ya retratada en el cine por Frankenheimer en 'El año de las armas', se muestra en contra de la ejecución del rehén. Como 'Buenos días, noche', el episodio de los brigadistas acaba con una secuencia onírica, pero aquí menos luminosa, menos liberadora ucronía al estilo del final de 'Érase una vez en… Hollywood'. 

Derrumbe de dos partidos

Con este relato coral y poliédrico, Bellocchio parece querer dar armas a sus paisanos para debatir con propiedad sobre qué pasó entonces y si se pudo o debió salvar a Moro. Poderse, al parecer, se pudo: el Papa quiso reunir dinero para un rescate, como se recuerda en la serie. La apuesta por la firmeza del Estado precipitó, como recordaba Bellocchio en ‘Variety’, "una crisis que llevó al derrumbe de los dos partidos principales de Italia: los comunistas y los demócratas cristianos". Quedaba abierta la vía para la aparición de nuevas fuerzas, como la Forza Italiana de Berlusconi. 

Las casi seis horas de 'Exterior noche' no son en ningún caso una árida lección de historia, sino una dramatización expansiva, libre y no exenta de humor. Bellocchio sabe encontrar ligereza en cualquier aspecto de la existencia; incluso el suicidio en 'Salto en el vacío'. Aquí rebaja la gravedad del calvario humano, político, religioso y familiar con detalles absurdos, como el papel de los presuntos videntes en la investigación del secuestro o la resistencia de Andreotti (Fabrizio Contri) a comer helado hasta que Moro sea liberado. Sombras y luces en rico diálogo. 

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