ESTRENO KAMIKAZE

'Autodefensa', la serie punk de Filmin: sexo, ansiedad y existencialismo de meme

Las actrices Berta Prieto y Belén Barenys y el director Miguel Ángel Blanca nos explican esta autoficción barcelonesa sobre dos amigas veinteañeras que se divierten sin pedir permiso 

Berta Prieto (sentada), Miguel Ángel Blanca y Belén Barenys, artífices de 'Autoficción'

Berta Prieto (sentada), Miguel Ángel Blanca y Belén Barenys, artífices de 'Autoficción' / Zowy Voeten

Juan Manuel Freire

Juan Manuel Freire

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En cierto momento catártico de la serie 'Irma Vep', su director, Olivier Assayas, habla por boca del personaje del actor alemán Gottfried (Lars Eidinger) para hacer un análisis del clima moral y ético en el que se mueve el audiovisual actual. "Son tiempos sosos, oscuros e insípidos", se lamenta. "¿Dónde está el sentido de la aventura? ¿Dónde está el caos?". Y tras cargarse alguna mesa en busca de ese desorden, añade: "La industria ha sustituido al cine. Abogados, 'big data', franquicias, plataformas, todo eso. Pero el independiente no es mejor: da sermones hasta la náusea. El cine era para tipos malos y tipas malas, como Musidora, como el rocanrol de antes". 

Es un discurso que el director Miguel Ángel Blanca parafrasea sin saberlo mientras defiende 'Autodefensa' (Filmin, desde el martes, día 29), la serie punk sensible (el oxímoron todavía es posible en 2022) que ha creado con Berta Prieto y Belén Barenys, sus protagonistas e inspiración principal. "Ya nadie es malo en el cine", nos comenta ante la grabadora. "Y entonces, ¿de quién está hablando el cine? Porque todos somos cabrones, egoístas e hijos de puta. Y el cine, ¿de quién está hablando? ¿De las santas?". Prieto se suma a la diatriba: "Pero es que el sermón es constante también en la vida. Por eso todo es tan aburrido. Ya no hay espacio para la duda. Si abres la boca, tienes que tener superclaro todo lo que dices, más siendo mujer y joven. Cuando la gente ve que dos chicas jóvenes hacemos una serie, enseguida piensa que será algo feminista. Pues a lo mejor no, ¿sabes?". Barenys añade: "O a lo mejor sí, pero no como lo esperas".

En la serie de, por ahora, diez episodios, Prieto (fundadora de la compañía teatral AURA al pou) y Barenys (también conocida por su alias musical MEMÉ o como corista de Rigoberta Bandini) se autorretratan como dos amigas veinteañeras, compañeras de piso, decididas a divertirse en defensa propia y a no dejar que nadie les diga cómo vivir. "El referente era 'Las margaritas' [clásico surrealista checo de 1966 de Vera Chytilová]", apunta Blanca. "Aquella era una película sobre dos tías que se lo pasan bien y punto. Que por el camino, de acuerdo, matan a unos hombres, ponen un par de bombas e incluso mueren, pero sin dejar de pasárselo bien".

Autoficción barcelonesa 

Somos bastante nosotras y nuestros personajes somos nosotras"Somos nosotras cien por cien y es una tontería intentar obviarlo. Nosotras orgullosas de ser nosotras. Sin esconder las cosas que nos frenan y nos dan miedo, que nos acomplejan". 

Durante la fase de escritura del guion, en la que ellas volcaron situaciones y pensamientos y se buscó el modo de organizarlo todo por episodios centrados en temas, surgieron no solo pequeñas venganzas femeninas o actos de salvaje autoafirmación, sino también dudas. "A veces me contaban cosas que les daban vergüenza y a mí me parecían el mejor material", cuenta Blanca. Según Berta, muchas tramas "nacen desde vergüenzas: no se trataba solo de enseñar lo chulas que somos y lo que molamos saliendo de fiesta"

El temario de esta 'Girls' aún más kamikaze y de nueva generación (Z) incluye, por ejemplo, el misterio (que igual es ninguno) del sexo, la ansiedad, el existencialismo de meme, la cultura del (falso) perdón o los abusos de poder en ámbitos artísticos. Cuestiones y problemas, en su mayoría, no exclusivos de la generación aquí retratada: negarse a ver 'Autodefensa' por ser 'boomer' resulta absurdo. "Nuestra generación tenía ansiedad, pero simplemente no sabíamos detectar lo que era", dice Blanca, él millennial mayor. "Me parece alucinante que a esta generación se le llame 'de cristal' cuando tiene la capacidad de detectar problemas que nosotros no nos atrevíamos ni a detectar". Prieto: "Pero esto tampoco soluciona el problema. Lo sabemos hablar, tenemos un discurso emocional mejor construido, pero no tenemos ni idea de qué hacer con esto. De eso va también la serie". 

¿De serie punk a serie pocha?

Experimento en constante reformulación, 'Autodefensa' cambia de títulos de crédito, estilo de montaje o estética con cada capítulo; el dedicado a la salud mental, por ejemplo, adopta formas documentales, a juego con los testimonios reales de los que se nutre. La forma se adapta a lo que se quería contar en cada entrega. La constante es, siempre, una frescura desvergonzada que enamorará a algunos y quizá aliene a otros. "A veces ellas no sabían ni si estábamos rodando o no", dice Blanca. "Esa era la forma de rodar. Lo que ayudaba a que fueran ellas al cien por cien".

Barenys ve la serie como "una cápsula del tiempo" que, en un futuro, les permitirá ver "cómo éramos literalmente cuando teníamos veintidós años". Todo ha cambiado ya desde que acabaron de rodarla: ya no viven juntas; Belén, muy embarazada, se ha trasladado a la vida familiar. "Y si hay una segunda temporada, será muy diferente, porque mi día a día lo es. Como habrá circunstancias nuevas, se tendrán que integrar", dice. A su lado, Prieto bromea sobre un futuro imperfecto para este alegato de libertad: "La primera temporada es como punk y tal, pero la segunda será una serie pocha de TV3 que hablará de maternidad y en la que yo me echaré un novio de Gràcia"

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