Psicología

Ansiedad encubierta: síntomas ocultos que pasan desapercibidos

La ansiedad afecta a un porcentaje elevado de la población

Cómo enfrentarnos a la ansiedad cuando llega la noche y no nos deja dormir

Cómo enfrentarnos a la ansiedad cuando llega la noche y no nos deja dormir / David Castro

Ángel Rull

Ángel Rull

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La ansiedad encubierta es un tipo de ansiedad que puede ser difícil de detectar ya que no se manifiesta de la forma clásica de la ansiedad. A menudo, las personas que padecen ansiedad encubierta no son conscientes de que están experimentando ansiedad, lo que puede llevar a una falta de tratamiento o al uso de estrategias de afrontamiento inapropiadas.

¿Existen enfermedades mentales sin síntomas?

Las enfermedades mentales son un conjunto de trastornos que afectan el pensamiento, las emociones y el comportamiento de las personas. A diferencia de las enfermedades físicas, las enfermedades mentales no siempre presentan síntomas visibles. Muchas veces, las personas pueden estar sufriendo de un trastorno mental sin que nadie lo note.

La ansiedad es una de las enfermedades mentales más comunes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 260 millones de personas en el mundo sufren de trastornos de ansiedad. La ansiedad puede manifestarse de muchas formas, desde un leve nerviosismo hasta un ataque de pánico. Pero también puede presentarse de manera encubierta, sin que se note en el comportamiento de la persona.

¿Qué es la ansiedad encubierta?

La ansiedad encubierta es una forma de ansiedad que no siempre es fácil de detectar. Las personas que sufren de ansiedad encubierta pueden parecer tranquilas y seguras de sí mismas en el exterior, pero en su interior están experimentando una gran cantidad de miedo y preocupación. La ansiedad encubierta puede ser especialmente peligrosa porque puede ser difícil de identificar, lo que significa que muchas personas pueden estar sufriendo de este trastorno sin recibir la ayuda que necesitan.

Las personas que sufren de ansiedad encubierta suelen ser perfeccionistas y muy autoexigentes. Pueden tener miedo a fracasar o a decepcionar a los demás, lo que les lleva a trabajar duro y a ser muy responsables. Sin embargo, este tipo de comportamiento también puede ser una forma de evitar el miedo y la ansiedad que sienten en su interior. En lugar de enfrentarse a sus temores, las personas con ansiedad encubierta pueden tratar de controlar su entorno y su vida para sentirse más seguras.

La ansiedad encubierta puede manifestarse de muchas formas diferentes. Algunas personas pueden ser muy reservadas y no compartir sus emociones con los demás. Otras pueden ser muy perfeccionistas y autoexigentes, y pueden tener miedo a no cumplir con las expectativas que se han fijado para sí mismas. También pueden tener miedo a hablar en público o a conocer gente nueva, lo que puede limitar sus oportunidades de crecimiento personal y profesional.

Signos que nos hablan de que podemos estar sufriendo ansiedad encubierta

La ansiedad encubierta se refiere a los síntomas de ansiedad que no son obvios o no están relacionados con el miedo o la preocupación. En lugar de sentir miedo o pánico, las personas que experimentan ansiedad encubierta pueden sentirse incómodas o inquietas en ciertas situaciones. A menudo, la ansiedad encubierta se experimenta como una sensación generalizada de malestar, sin que exista una causa concreta identificable. Aunque la ansiedad encubierta no se presenta de manera clara, puede afectar seriamente la calidad de vida y el bienestar emocional.

Los síntomas de ansiedad encubierta pueden variar de persona a persona, pero en general, suelen incluir una combinación de los siguientes:

1. Tensión muscular

La ansiedad encubierta puede causar tensión muscular, especialmente en la mandíbula, los hombros, el cuello y la espalda. A veces, esta tensión puede ser tan severa que puede provocar dolores de cabeza y otros problemas físicos.

2. Problemas digestivos

La ansiedad encubierta puede afectar el sistema digestivo, causando síntomas como dolor abdominal, estreñimiento o diarrea. Estos síntomas pueden empeorar cuando la persona atraviesa momentos más complicados.

3. Sudoración

La sudoración es otro síntoma común de la ansiedad encubierta. La sudoración excesiva puede ser incómoda e incluso embarazosa, especialmente cuando se produce en situaciones sociales.

4. Dificultad para concentrarse

La ansiedad encubierta puede afectar la capacidad de una persona para concentrarse y enfocarse. Esto puede ser especialmente problemático en el trabajo o en la escuela, donde la concentración es esencial.

5. Problemas para dormir

La ansiedad encubierta puede interferir con el sueño, lo que puede provocar fatiga y somnolencia durante el día. Las personas que experimentan ansiedad encubierta pueden tener dificultades para conciliar el sueño, despertarse con frecuencia durante la noche o despertarse temprano.

6. Irritabilidad

La ansiedad encubierta puede hacer que una persona se sienta irritable o irascible, incluso en situaciones que normalmente no le molestarían. Esto puede afectar las relaciones interpersonales y hacer que sea más difícil para la persona conectarse con los demás.

¿Es peligroso no darnos cuenta de que padecemos ansiedad?

La ansiedad es una respuesta normal del cuerpo a situaciones de estrés. Todos experimentamos ansiedad en algún momento de nuestras vidas, ya sea antes de un examen importante, una entrevista de trabajo o un evento estresante. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve persistente e intensa, puede afectar significativamente nuestra calidad de vida y bienestar emocional.

Además de los efectos emocionales de la ansiedad, también puede tener efectos físicos en nuestro cuerpo. La ansiedad crónica puede afectar el sistema cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal y nervioso, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos y otros problemas de salud.

Uno de los efectos físicos más comunes de la ansiedad crónica es el aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Cuando estamos ansiosos, nuestro cuerpo entra en un estado de alerta, liberando hormonas de estrés como la adrenalina y el cortisol. Estas hormonas preparan nuestro cuerpo para una respuesta de lucha o huida, aumentando la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Si la ansiedad es crónica, el cuerpo puede permanecer en este estado de alerta durante largos períodos de tiempo, lo que puede tener efectos negativos en el corazón y el sistema cardiovascular.

La ansiedad es una de las emociones más comunes que experimenta el ser humano, y en muchos casos, es normal y saludable sentir ansiedad ante situaciones estresantes, ya que nos prepara para enfrentar el peligro. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva e interfiere con nuestra vida cotidiana, puede convertirse en un problema de salud física y mental. A veces, la ansiedad no se presenta de manera obvia y clara, sino que se manifiesta de forma encubierta, lo que puede dificultar la identificación y el tratamiento del trastorno de ansiedad.

* Ángel Rull, psicólogo.