PSICOLOGÍA

¿No alcanzas las metas? Marca un paso a paso

Las metas alejadas en el tiempo producen un impacto negativo en la motivación

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Ángel Rull

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Varias veces al año debemos hacer balance del punto en el que estamos, reevaluando nuestras metas, haciendo balance de lo conseguido y marcando nuevos objetivos. Sin embargo, este proceso suele tener un error común: marcamos la meta, pero no el plan de acción. Esto es especialmente importante con aquellos objetivos que son demasiado grandes y alejados en el tiempo. Es la razón por la que muchas veces fracasamos.

Las metas lejanas requieren de una motivación constante y elevada, algo difícil de mantener a lo largo de los días. En cuanto baja la motivación, baja nuestro rendimiento hasta que al final abandonamos el camino. La solución está en tener más de una meta, puntos pequeños que se vayan alcanzando. ¿Cómo podemos hacerlo?

Plan de acción

La importancia de establecer objetivos en nuestra vida es ya conocida por la población general. Incluso sabemos que siempre tienen que estar escritos en papel y hay que revisarlos prácticamente a diario. Pero seguimos sin entender que una meta sin plan de acción siempre estará avocada al fracaso.

Si seguimos este paso a paso con cada meta, lograremos cumplir los objetivos que nos marquemos:

1. Meta

Es la premisa principal. Debemos establecer el objetivo final que queremos alcanzar, en el que sabremos que hemos terminado. Siempre lo haremos siguiendo la regla M.E.T.A. El objetivo tiene que cumplir las siguientes condiciones:

  • Ser Medible. Se puede cuantificar o palpar de alguna forma que se ha alcanzado. Perder peso no es medible, adelgazar 10 kg. sí lo es.
  • Ser Específico. Concretar el objetivo, ser claros y concisos.
  • Ser Tangible. Se debe materializar de una forma que podamos sentirlo y saber que lo hemos alcanzado.
  • Ser Alcanzable. Al menos, en los próximos 2 años. Si hemos marcado un objetivo demasiado ambicioso, hay que rebajarlo y después evaluar en unos meses.

Es importante remarcar que aún no es el momento de poner la fecha para alcanzar la meta. Veremos dónde hacerlo.

2. Submetas

Si nuestro objetivo era la pérdida de peso, podemos marcar pequeñas submetas y ajustarlas a un calendario. Por ejemplo, marcar que cada semana perderemos un kilo. Esto nos quitará la gran meta de la cabeza y nos centraremos en objetivos más pequeños y alcanzables.

3. Hitos y rutinas

Cuando marcamos un plan de acción hay dos partes diferentes que pueden confundirse: por un lado, tenemos las rutinas, esas pequeñas acciones diarias, y por otro lado, los hitos, pasos más grandes y significativos que llevan una preparación previa.

En planes pequeños, los hitos y las submetas son lo mismo. La diferencia es más grande cuando el objetivo crece.

Con la meta y las submetas arriba, escribe debajo todas las rutinas que vas a necesitar diariamente y los hitos que debemos ir logrando. Hazlo de forma realista, adaptado a tu vida. Es preferible que se tarde más en alcanzar la meta a que suponga un sacrifico demasiado grande y que se acabe abandonando por el camino.

4. Tiempo

Una vez que hemos establecido todos los elementos, debemos ajustar la fechas y la temporalidad de las acciones. Empieza por abajo, marcando los días que a la semana vas a dedicar a las rutinas. Luego establece los hitos, qué tiempo tienes para alcanzarlo. Después las submetas y, por último, la meta final.

5. Un paso

Como lo más difícil es empezar, escoge ahora un primer paso, por pequeño que sea, que te mueva a la acción y que te acerque a lograr tu objetivo. Aunque no sea a gran escala, generará en ti sensación de empoderamiento y hará que empiece a subir la motivación.

A la hora de establecer los objetivos no es malo que seamos muy ambiciosos, de hecho, es aconsejable, pero esto sí supone un problema si no sabemos cómo trazar un buen paso a paso. Los planes de acción son necesarios para llegar al final del camino.

Ángel Rull, psicólogo.