PSICOLOGÍA

Gestiona la frustración para vivir mejor

El enfado y la ira bloquean nuestra actuación y nos impiden una mejor relación con los demás

Mujer llorando

Mujer llorando / periodico

Ángel Rull

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Nuestros recursos emocionales tienen la función no solo de supervivencia sino también de desarrollo y crecimiento. Mientras que las positivas, como la alegría o el amor, construyen mejores relaciones, existen otras de carácter más destructivo si no son gestionadas, como la frustración. Gratitud o empatía son recursos que hacen que podamos desarrollarnos en nuestra profesión, tener control sobre las relaciones interpersonales y ganar en bienestar. Sin embargo, la frustración nos alejará en la dirección contraria, impidiendo que alcancemos un mayor crecimiento.

La frustración surge cuando algo no llega a lo que nosotros nos habíamos marcado. Ese querer y no poder, esa pérdida, es la que se gestiona de forma negativa. Transformándola podremos eliminarla y sentirnos mejor.

Rabia y tristeza

Las emociones surgen en nosotros como consecuencia de las experiencias que vivimos. Algunas son inmediatas, como cuando alguien nos humilla, y otras van surgiendo de forma más elaborada. Estas emociones, que a priori parecen siempre auténticas, pueden estar surgiendo en momentos inadecuados, lo que las convierten en disfuncionales.

La tristeza tiene como finalidad garantizarnos el desarrollo y surge de forma óptima cuando vivimos una pérdida, haciéndonos encontrar soluciones para reparar dicha pérdida. Por otro lado, la rabia, en su forma equilibrada, es la emoción que restablece el equilibrio y busca la justicia; la usamos ante abusos o manipulaciones, cuando se cometen injusticias o nos mienten. Sin embargo, estas dos emociones pueden aparecer intercambiadas, surgir en momentos donde debería aparecer una que nos ayudaría, pero aparece la otra y nos entorpece. Si aparece rabia ante la pérdida, en lugar de tristeza, esta disfuncionalidad es la que nos hace sentir frustración. La emoción va a bloquearnos, a impedir que aceptemos que algo no está como a nosotros nos gustaría que estuviera, que ha habido una pérdida que deba ser aceptada, y nos anclamos en un enfado, sintiendo una injusticia que no es real.

En este ámbito es donde trabaja la Ingeniería Emocional, un sistema que nos devuelve a nuestra esencia, a aquel momento de nuestra vida donde sentimos las verdaderas emociones en los momentos adecuados. Conectamos con nosotros mismos y podemos fluir en una vida plena. Arancha Merino escribió "Haz que cada mañana salga el sol" (Alienta, 2012) donde recoge las seis emociones básicas, ayudándote a ordenarlas y gestionarlas de la forma correcta. Un sistema liberador y profundo donde vivir en armonía con lo que ves y sientes.

Adiós a la frustración

La ira dominante y la ausencia de aceptación de la pérdida típica de la frustración nos hace bloquearnos, malinterpretar la experiencia y no saber cómo buscar las soluciones necesarias. Sin embargo, si recolocamos en nuestra cabeza lo vivido, si sabemos que lo que creemos que es injusto realmente no lo es, y aceptamos que no todo es como querríamos, podemos crecer y empezar a trabajar para decir adiós a la frustración.

¿Cómo podemos gestionar mejor la frustración?

1. Recoloca la situación

He perdido el archivo de Word en el que llevo trabajando cinco horas. No consigo abrirlo y parece dañado. ¿Qué siento? Las personas que se anclan en la frustración, lo que sienten en este momento es rabia. Pero ¿es injusto lo que les ha ocurrido? Realmente lo que ha habido es una pérdida, por lo que la emoción auténtica es la tristeza. Debes ordenar de forma realista siempre las situaciones para esclarecer qué emoción es la que toca en ese instante.

2. Usa la emoción auténtica

Si la situación es de pérdida, como en el ejemplo anterior, debemos irnos a la tristeza para empezar a buscar las soluciones necesarias para reparar la situación, como buscar un programa en Google que nos ayude a recuperar la información.

3. Ánclate en el pasado

Busca en hechos anteriores aquellas situaciones donde no te dejaste llevar por la frustración y lograste superar el obstáculo. Para ello, puedes crear una cronología y marcar varios eventos de éxito.

4. Visualiza el futuro

¿Cuál es la situación que ahora quieres? ¿Qué entregues el proyecto? Es aquí donde también dejas atrás la ira, buscas el desarrollo y generas alternativas.

5. Rompe el hábito

Lo que haces con regularidad seguramente sea lo incorrecto. Si no te hace sentir bien tu esquema de funcionamiento habitual es que debes dar una vuelta al sistema. La frustración habitual es la que debes eliminar. ¿Qué harías ahora mismo siguiendo el esquema habitual? Pues haz justo lo contrario.

La gestiona emocional correcta es la que nos permite usar de forma constructiva emociones que a simple vista parecen negativas. Sin embargo, saber dónde son correctas y buscar la forma de aplicarlas es la base de una mejor calidad de vida, conectada con nuestra esencia, tal y como te diría siempre Arancha Merino.

Ángel Rull, psicólogo.