UNA HISTORIA DE <b>SARRIÀ-SANT GERVASI</b>... Can Castelló
Una casa muy saludable
El Centre Cívic Can Castelló se ubica en una antigua finca burguesa construida en el siglo XVI El edificio ha servido de hogar de familias ilustres, revolucionarios e indigentes
Resulta difícil imaginar que, a menos de 200 metros de la Via Augusta, perviva la finca de Can Castelló en perfecta armonía con la ajetreada vida urbana. Donde antes residió una rica familia ahora cultura, ocio y salud se abren al barrio de Sant Gervasi-Galvany en este centro cívico.
Los orígenes de Can Castelló (Castelló, 1) se remontan al siglo XVI, cuando la finca era conocida como Torre Galvany y Sant Gervasi de Cassoles aún funcionaba como municipio independiente. Los terrenos pertenecían a la familia Galvany y destacaban, entre las decenas de fincas que construían el mapa del pueblo, por sus parcelas que hoy irían desde la calle de Copèrnic hasta la mismísima Travessera de Gràcia. No fue hasta 1787, cuando Rosa Galvany contrajo matrimonio con Gabriel Castelló, que recibió el nombre de la familia del novio.
"Donde ahora tenemos las oficinas de dirección antes había una pequeña capilla abierta a los habitantes del pueblo", relata Patricia Fábregas, directora actual del Centre Cívic Can Castelló. Al lado de la salita que acoge el despacho hay una inmensa habitación que recibe a los vecinos del distrito, un espacio que tiempo atrás guardaba los caballos, los carruajes y las viviendas de los masoveros. "La finca se dedicaba al cultivo de trigo y los trabajadores vivían aquí abajo mientras que la planta principal era para la familia", explica la directora.
Rastros históricos
Uno de los diferentes espacios que componen la planta principal es la sala noble, donde, entre otras actividades, se imparten clases de taichí para mayores. El centro comparte el reducido espacio con un casal Las decoraciones de madera recuperan el pasado modernista de la finca, que vivió una rehabilitación encargada a Guillermo Busquets por el heredero Joaquim Castelló, a finales del siglo XIX, pero hoy poco se conserva de la finca original y del diseño del arquitecto.
En la apretada tercera planta vivía el servicio, donde se rumorea que había dibujado un mapa de la ciudad en las paredes. "La familia abandonó la finca durante la guerra civil. Se dice que la casa fue ocupada por la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y que llegó a vivir durante un tiempo Dolores Ibárruri", comenta Fábregas.
Amor a la filosofía
Además de rediseñar por completo la finca, Joaquim Castelló se unió a la urbanización del barrio, dividió la masía en parcelas y vendió los terrenos. Aprovechó la creación de las calles para bautizarlas con los nombres de Copérnico, Platón y Descartes por su amor hacia la filosofía.
Después de que el ayuntamiento embargara la propiedad, la finca estuvo casi una década abandonada y habitada por indigentes. El centro cívico abrió en el 2008, diez años atrás, y desde entonces en él organizan proyectos centrados en la salud física y emocional.
- Muere Itxaso Mardones, reportera de Gloria Serra en 'Equipo de investigación', a los 45 años
- Hacienda te devuelve 300 euros si tienes un hijo menor de 25 años y 900 si tienes dos: así tienes que ponerlo en la declaración de la renta
- ¿Llamadas que cuelgan? Así son las robollamadas, la nueva táctica de spam telefónico
- Adiós a los cajones de la cocina: la solución con perchas que puedes colocar en cualquier parte
- Sánchez se plantea renunciar y convocar elecciones tras la investigación a su esposa
- La querella del novio de Ayuso se admitirá a trámite pese a la campaña del fiscal para que sea rechazada
- El CIS publica una encuesta sobre las elecciones en Catalunya a pocas horas del comienzo de la campaña
- Pedro Sánchez se plantea renunciar como presidente del Gobierno tras la investigación a su mujer