Archivada sin autor la causa penal por un incendio intencionado con cuatro muertos en Santa Coloma

Un juez ha archivado la causa penal del incendio intencionado con cuatro víctimas mortales del 4 de mayo del 2022 en Santa Coloma de Gramenet por no poder atribuir los hechos, que el magistrado sí considera "constitutivos de infracción penal", a un autor determinado, según el auto de sobreseimiento provisional del pasado 13 de junio al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO.

La causa penal archivada hace referencia al fuego que acabó con la vida de cuatro vecinos del número 23 de la calle Sant Joaquim de Santa Coloma, suceso que hace poco más de un año conmocionó a la ciudad catalana. Los Mossos d'Esquadra detuvieron a un sospechoso y concluyeron que el fuego fue intencionado, condición que convierte el caso en el incendio intencionado con más víctimas mortales de los últimos años en Catalunya.

Pasado un año, sin embargo, el Juzgado de Instrucción nº 1 de Santa Coloma de Gramenet estima que, pese a que los hechos investigados "son constitutivos de infracción penal", "no existen motivos lógicos suficientes para atribuir su perpetración a persona alguna determinada", reza el citado auto judicial.

Es por ello que el magistrado que firma la resolución judicial, Vicente Moliner, decreta el sobreseimiento provisional de la causa penal, que contemplaba como investigado a O. B. K., un hombre con antecedentes penales, quien fue detenido por los Mossos el pasado mes de diciembre como sospechoso de cuatro delitos de homicidio y uno de incendio.

En la causa constan como acusaciones particulares tres personas, algunas de las cuales guardan vínculo familiar con los fallecidos y otras son propietarios de los inmuebles siniestrados. Fuentes jurídicas conocedoras del caso con las que ha contactado este diario se muestran "sorprendidas" por la "falta de motivación" de la resolución judicial de archivo, de una sola página.

La detención del sospechoso

Los Mossos d'Esquadra detuvieron a un hombre sospechoso de provocar el incendio el pasado mes de diciembre, medio año después de los hechos. Para los investigadores se trató de un fuego intencionado que este sospechoso, de nacionalidad marroquí y con antecedentes, provocó por motivos todavía no aclarados.

En el bloque siniestrado del número 23 de la C/Sant Joaquim había seis domicilios: uno tapiado, cuatro ocupados y un sexto en el que los inquilinos vivían legalmente. La propietaria de la finca, según indicó el Ayuntamiento de Santa Coloma, había alcanzado un acuerdo con los ocupas, a quienes hacía pagar un alquiler más bajo.

Las sospechas sobre quién había podido causar ese fuego recayeron en un principio sobre uno de esos vecinos, de nacionalidad española, que había sido arrestado por la Policía local por un presunto delito de amenazas días antes del fuego. Tenía antecedentes y había protagonizado varios incidentes en el pasado. Sin embargo, los investigadores pusieron posteriormente el ojo en otro hombre que ni siquiera vivía en el bloque.

El indicio que puso a los investigadores de la policía catalana sobre la pista de este segundo hombre, finalmente detenido, provino de un incendio muy cercano que se declaró a la misma hora de la madrugada del 4 de mayo del 2022, día del incendio relacionado con el presente archivo judicial. Un desconocido prendió fuego a un cochecito de bebé vacío que se encontraba en la escalera comunitaria del número 42 del Passeig de Llorenç Serra de Santa Coloma.

Unas cámaras de seguridad captaron a un hombre andando por la calle que daba la impresión de haber salido de ese segundo bloque. Las gestiones realizadas por los Mossos permitieron identificarlo y, tras comprobar a través de su teléfono móvil dónde se encontraba ese día a esa hora, se confirmó que se hallaba en la zona. Cuando los Mossos lo arrestaron y registraron su domicilio, localizaron una camiseta muy similar a la que vestía el hombre de la grabación.

El contexto del incendio

Las cuatro personas que murieron en el grave incendio intencionado de Santa Coloma residían en el mismo domicilio: el 2º 1ª. De los cinco inquilinos que aquella noche pernoctaban en ese piso solo uno pudo sobrevivir a las llamas descolgándose tres plantas por la fachada. El resto murieron.

Tres hombres fallecieron durante el siniestro y una cuarta víctima, una mujer, pereció varias semanas después, tras un largo ingreso hospitalario. El siniestro pudo ser más trágico: en el bloque había esa noche otras 10 personas. Las seis que sobrevivieron a la virulencia de las llamas se confinaron en su casa o alcanzaron la calle a través del balcón, pero no intentaron huir a través de las escaleras comunitarias, donde fallecieron las víctimas.

Los Mossos, tras exhaustivos análisis de la policía científica, llegaron a la conclusión de que el sospechoso provocó el fuego en la planta baja, junto a la escalera y al lado de un cuarto en el que se guardaban pinturas y productos disolventes. Los Bombers de la Generalitat detectaron, además, un segundo punto de ignición en una planta superior.

De hecho, se hallaron posibles restos de productos inflamables que el sospechoso pudo usar para acelerar la combustión en cuatro puntos distintos. Sin embargo, en el laboratorio no resultó posible averiguar de qué sustancia se trataba. Tampoco pudo acreditarse sin margen de duda que el autor prendiera dos focos distintos porque no logró descartarse que uno se generara a causa del otro.

De lo que no dudaron los investigadores es de que el autor del incendio había intentado que ardiera otro edificio ubicado en el número 42 del paseo de Llorenç Serra, cerca del número 23 de la calle de Sant Joaquim.

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