Relatos de parejas que celebran su relación sentimental

Diez historias de amor en Sant Jordi

"Cuando regales la rosa o el libro, pon la energía del amor en movimiento"

Celebración de la Diada de Sant Jordi en el paseo de Gràcia de Barcelona

Celebración de la Diada de Sant Jordi en el paseo de Gràcia de Barcelona / ZOWY VOETEN

Fidel Masreal

Fidel Masreal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Diez parejas pasean por Barcelona. Son diez maneras de comenzar una relación. Diez edades distintas. Diez vivencias diferentes. Diez pasiones, diez anécdotas, diez miradas. Pero un mismo hilo conductor: el amor. Sant Jordi es, para ellas, motivo de celebración. Estas son sus historias.

"Nos conocimos en una discoteca y el amor surgió día a día"

Toñi, 66 años, y Josep, de 67. "Nos conocimos en una discoteca. Éramos un grupo de cinco amigas y vino un chico y empezó a pedir a las cuatro amigas para bailar y yo estaba la quinta. Le dijeron que no y yo le dije que sí. Y a raíz de ahí comenzamos a hablar, a bailar, me acompañó a casa... No fue flechazo, surgió día a día. Me vino a buscar al trabajo y me gustó porque hablaba de todo. Nos gustamos. Y me enamoré. Él también. Llevamos 43 años casados, seis años de novios, dos hijos y cuatro nietos. Todo a partir de ese día de la discoteca. Imagínate cómo es la vida".

"Es magia"

George, 51 años y Bárbara, 49. "Nos conocimos en Zurich, yo soy de allí y ella es de Hungría. Desde el primer momento, cuando la vi, fue un momento especial, intentamos conectar. Fue en un bar. Yo sentí lo mismo por él. Fue amor al primer instante, pero ambos somos muy tímidos y requirió un tiempo hasta que nos conocimos bien y supimos si había algo entre nosotros o no. Fue seguramente más tiempo del habitual y finalmente por suerte decidimos estar juntos. Llevamos ocho años juntos ya, no estamos casados pero tenemos una gran conexión. El secreto de nuestro amor es seguir adelante, es magia. Y dedicarnos tiempo, para salir y viajar juntos y acumular recuerdos juntos. Estamos en Barcelona de visita desde hace dos horas, es nuestro primer Sant Jordi, nos han avisado de que hoy era un día especial. Ya tenemos las rosas y el libro. Es muy romántico".

"Nos conocimos por Tinder y tuvimos mucha conexión desde el principio"

Laura, 24 y Oriol, 24. "Nos conocimos por Tinder y empezamos a hablar, sin vernos, durante un mes y nos dimos el Instagram y decidimos quedar un dia en plaza de Catalunya de Barcelona. Y acabamos ya el primer día comiendo juntos. Vino un hombre a vender rosas y le dije a ella: hoy no pero yo te regalaré una buena rosa. Y por el cumpleaños de ella le regalé mi primera rosa. Y por Sant Jordi a primera hora se la llevo. Ella también me la regala a mi, aparte del libro. Tuvimos mucha conexión desde el principio, la primera semana ya quedamos varias veces. Llevamos tres años y medio desde entonces. Siempre aprovechamos Sant Jordi para pasear por el barrio y por el centro.

"Fue un flechazo"

Olga, 66 años, y Josep Enric, 83 años. "Nuestra historia de amor empezó con mi brazo roto -relata Olga sonriendo. Enric tenía un amigo que nos invitó a mi y a mi amiga a comer. Mi amigo -explica él- me dijo que vendría una chica muy 'aparente' y otra, pero la aparente no vino y vino esta señora con otra amiga. Enseguida me fijé en ella y cuando ese día nos despedimos ya había algo. Es muy guapa y lo tiene todo. Yo -ella- también vi algo en él y me gustó, fue un flechazo (ríe). Desde entonces estamos juntos. El primer beso de amor tardó, porque ella se fue de vacaciones y en el aeropuerto él estaba con un ramo de flores. Llevamos 15 años casados y 16 juntos. Seguimos enamorados (ríen ambos).

"Es un proyecto en común, sólido, que hace que te sientas en paz"

Desiré, 36 y Luis, 35. "Nos conocimos en la universidad, en Caracas. Yo tenía novio (ríe) pero empezamos a salir. Me enamoré de él cuando me di cuenta de que podía ser yo misma porque la relación que tenía no era sana, me limitaba un montón y con él podía ser yo misma. Yo -él- me enamoré antes. La relación la fuimos construyendo, trabajándola. Tras la universidad estuvimos 5 años en Francia y llevamos 4 años en España. Seguimos enamorados, nos hemos casado en León. Y llevamos 14 llevamos 14 años juntos. No es que no haya pasión y sentimientos, es mucho de hablar las cosas, la comunicación, decidir las cosas en común, sólido, esto es lo que hace que te sientas en paz y tranquila. Hoy es un día especial porque nos gusta mucho a los dos la literatura, nos regalamos libros, damos una vuelta".

"Fue como un enamoramiento prohibido"

Julia, 22, y Bru, 20 años. "Entré en un cau, donde conocí a esta chica. Me fijé en ella, óbviamente. Pensé que no podría conseguir nada porque ella tenía pareja, pero se fue intentando y al final se consiguió. Yo recuerdo ese día -ella- y pensé que era guapísimo pero yo tenía pareja. Pasaron los meses y aquí estamos. Fuimos de viaje con amigos y allí surgió. Dejé a mi pareja. Fue como un enamoramiento prohibido. Llevamos juntos un mes (ríen) y se ha cumplido medio protocolo, la rosa, y ahora falta el libro. Estamos muy enamorados. Mucho.

"¿El secreto del amor? Un proyecto común, perdonarnos y ayudarnos mucho"

Jordi, 71 años y Lidia, 63. "Somos protestantes, nos conocimos en una iglesia protestante hace unos 45 o 46 años. No hubo flechazo, bueno por mi parte más que por parte de él. Él no se fijó en mi al principio (ríe), me llamó más la atención, yo era bastante jovencita. Él se fue a la mili, le estuve escribiendo cartas, fuimos hablando... éramos amigos. Yo fui más despacio -Jordi-. Y tras la mili, al cabo de poco llegó el primer beso. Fuimos novios tres años y nos casamos. Y seguimos enamorados, y hoy es un día especial, somos catalanes, es un día único en el mundo. Ahora vamos a por la rosa, primero damos una vueltecita por el barrio. ¿El secreto del amor? Yo creo que perdonarnos y ayudarnos mucho. Si enfocas bien que tienes un proyecto común, lo salvas todo.

"Es una mezcla de ternura y humor, vamos fluyendo"

Alexandra, 38 y Sara, 32. "Ella es de Uruguay, lleva dos años aquí, nos hacía ilusión pasear por Sant Jordi. Nos conocimos en una aplicación de internet. Hace muy poco que nos conocimos. Para mi los libros tienen una importancia clave en esta relación que tenemos, que nos estamos conociendo. El día de Sant Jordi nos parecía bonito salir a pasear. Hace cuatro meses que nos hemos conocido personalmente. ¿Enamoradas? Poco a poco. No lo hemos hablado. Sí, hay algo más que amistad. Me divierto con ella, me parece una mezcla de ternura y humor. ¿El futuro? No lo sabemos, fluyendo. Aprendiendo y buscando formas nuevas de encuentros. Nos hemos regalado libros mutuamente, y ya está hecho".

"No sabría vivir con otra persona"

Jordi, 68 años y Conxita, 71. "Nuestra historia empezó un 1 de enero de hace 52 años. Somos del Baix Llobregat, ella de Molins y yo de Sant Feliu. Se empezaban a estilar las discotecas. Abrieron una en Molins. Y allí nos conocimos y desde entonces siempre hemos estado juntos. Esa noche no pasó nada pero nos gustamos, ambos, sí. Bailamos juntos, porque entonces se bailaba agarrados. Y nos fuimos conociendo, el trato, la actitud, la manera de hablar. Todo fue llegando poco a poco. Vimos que teníamos muchas cosas en común. Y hasta hoy, que Sant Jordi es un día especial. Seguimos creyendo que el día de los enamorados de Catalunya es Sant Jordi y ahora vamos a buscar la rosa. Y roja. Yo tenía un patio en casa de 200 metros con 45 rosales distintos y le regalaba la rosa de allí, nunca hasta ahora la he comprado. Además las rosas que le regalaba olían bien, tenían espinas y tenían varios rojos diferentes. ¿El secreto de nuestro amor? respetarnos. Seguimos enamorados. No sabría vivir con otra persona.

"Conectamos sin decirnos nada"

Ornela, 19 años y Marc, 19. "Nos apuntamos a un curso de mates, y nos habíamos visto en clase pero el primer contacto fue en la estación de plaza de Catalunya, donde la estación de Rodalies comunica con el metro, cara a cara. Ella iba con una amiga, yo esperaba el tren y nos cruzamos las miradas. Solo nos conocíamos de vista. Yo -dice ella- le dije a mi amiga 'mira que mono, este es de mi clase' y él miraba cuantos minutos quedaban, yo creía que estaba disimulando. Al día siguiente en clase me puso delante de él, le hice preguntas tontas, cualquier excusa era buena para hablar con él. Cuando nos íbamos, pasaba ya el ferrocarril y cuando estaba ella a punto de entrar yo le aguanté la puerta para que no cerrara y ella pasó. Y el trayecto hasta Barcelona lo hicimos juntos hablando. Y a partir de entonces cada día regresábamos juntos, en un grupo de cuatro, que se daban cuenta. Sant Jordi es especial. Le he regalado dos rosas, porque le he dicho que cada Sant Jordi le regalaré una rosa más (ríen). De él me enamora su optimismo y que siempre está feliz. De ella, que es muy buena persona y que conecto con ella, sin decirnos nada. Nos emocionan las mismas cosas (ella se emociona y sus ojos se humedecen).