Cien días sin luz para las familias vulnerables de un bloque ocupado en Sabadell: "Estamos agotados"

Las familias vulnerables de Sabadell que ocupan el bloque bautizado como 'Guillem Agulló' llevan desde este 20 de octubre ni más ni menos que 100 días sin luz (plazo contado desde el pasado 12 de julio), cortada por Endesa y los Mossos d'Esquadra "por el alto riesgo de incendio de los contadores", según fuentes de la compañía.

El edificio, propiedad de un gran tenedor, está ocupado por estas familias vinculadas a la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca de Sabadell (PAHC) desde marzo del 2020, aunque la PAHC como colectivo empezó a ocupar el inmueble en 2015. Allí se concentran en estos momentos unas 150 personas (27 familias), entre las que hay 30 menores y tres personas dependientes.

Según la PAHC, todas las familias que están viviendo en el piso disponen del certificado vulnerabilidad, algo que también confirman fuentes de Endesa. La compañía eléctrica manifiesta que todas ellas ya han entregado la documentación que lo acredita, lo que les da derecho a acceder a un contador social que todavía no se ha puesto en marcha.

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Fuentes de Endesa explican a este diario que aún falta la “parte técnica”, es decir, conocer el estado de los aparatos. Una vecina del bloque, Rafi Llamas, explica que ya han arreglado el cuadro eléctrico general, algo que les habían pedido. “Ahora toca estar a la espera de que nos firmen el boletín que certifique que los contadores, tanto el general como el de cada vivienda, están en buen estado”, apunta Llamas.

En este sentido, fuentes municipales del Ayuntamiento de Sabadell señalan que se está acabando de recibir toda la información para enviarla a Endesa: “Estamos ya en el tramo final y esperamos que la compañía ponga rápido los contadores, en cuanto reciba los documentos”. 

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"Estamos agotados"

Más allá de los trámites burocráticos, Llamas describe la situación de “asfixiante”: “Estamos agotados. Nos mandan a un sitio y a otro. Hacemos y deshacemos”. La situación, ahora en invierno, explica que también es “complicada”, dado que “los críos han empezado el colegio, no pueden hacer los deberes, tienen que irse a los bares [necesitan cargar aparatos para tomar apuntes], se hace de noche más rápido”, lamenta. Sin embargo, mantiene la esperanza: “Creo que todo ya está en marcha y no tendríamos que tardar mucho en recuperar la luz”.

Así, los vecinos del número 47 de la C/Puig i Cadafalch llevan más de tres meses aplicando fórmulas para combatir y afrontar el día a día sin luz, entre dificultades como por ejemplo no poder disponer de nevera para conservar alimentos o medicamentos, como es el caso de Rafi, que es diabética. 

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La normativa

La ley catalana de pobreza energética dicta que las empresas que quieran cortar la luz a las familias que no pueden pagar los recibos deben de consultarlo antes con los Servicios Sociales. Sin embargo, cuando se trata de instalaciones fraudulentas que ponen en riesgo la salud de todo el vecindario, las empresas no están obligadas a comunicar este corte a los ayuntamientos.

“Siempre parece que se tiene que solucionar pronto”, manifiesta la portavoz de la PAHC Aida Guidus, quien ya “desesperada” no quiere "hacerse ilusiones": “Hasta que no veamos cambios reales, no nos lo creeremos”, lamenta. 

Sin embargo, la finca no dispone de luz por motivos de seguridad porque, tal y como ya insistieron desde Endesa en su momento, existía la posibilidad de una electrocución o un incendio, en relación a lo que dispone el artículo 87 del Real Decreto 1955/2000.

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