Se detecta 6 años después

Fiscalía pide 10 años de cárcel para los padres de una niña de Rubí por practicarle la ablación en un viaje a Gambia

Piden 53 años al acusado de Rubí de agredir sexualmente a sus hijastras y forzar a una a abortar en Barcelona

La cultura popular toma las calles en los conocidos Tocs de Sant Roc de Rubí

Archivo - Entrada a la Audiencia Nacional en el momento en el que dos miembros del ente público ICM han sido testigos sobre la supuesta financiación ilegal del PP madrileño en ‘Púnica’, a 7 de octubre de 2021, en Madrid, (España). La Fiscalía Anticorrupci

Archivo - Entrada a la Audiencia Nacional en el momento en el que dos miembros del ente público ICM han sido testigos sobre la supuesta financiación ilegal del PP madrileño en ‘Púnica’, a 7 de octubre de 2021, en Madrid, (España). La Fiscalía Anticorrupci / Alejandro Martínez Vélez - Europa Press - Archivo

ACN

ACN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 10 años de cárcel para los padres gambianos de una niña de Rubí a la que le practicaron la mutilación genital femenina, tal como se avanzó el pasado viernes 22 de septiembre. La ablación de grado 3, la más grave, le realizaron el verano del 2015 en un viaje a su país de origen cuando la niña tenía un año, pero no fue detectada hasta el 2021 en una visita pediátrica. Ahora los progenitores podrían perder la patria potestad y tener que indemnizar a su hija, que tiene nacionalidad española. Los forenses advierten que la menor podría sufrir graves complicaciones genitales, urinarias, orgánicas y psicológicas a medio y largo plazo, aunque por el momento no se han apreciado.

En septiembre del 2015 los padres viajaron junto a sus hijas a Gambia y se alojaron en casa de unos familiares. Al cabo de unos días, dejaron a una de las niñas con su abuela materna y regresaron a Catalunya con la otra. Durante la estancia en el país africano pidieron a un familiar, no identificado, que hiciera una mutilación genital de grado tres a la niña, conocida como infibulación o circunscripción faraónica, que consiste en la extirpación total del clítoris y de los labios mayores y menores , dejando sólo una abertura estrecha para orinar. La ablación fue practicada durante ese septiembre de forma clandestina y fuera de un centro sanitario.

La mutilación fue detectada por los servicios sociales del CAP Mutua de Rubí (Vallès Occidental) seis años más tarde, en septiembre de 2021, durante una revisión pediátrica de la menor. Los servicios sociales avisaron de inmediato a los Mossos d'Esquadra.

Los progenitores habían firmado un documento previo en el que se comprometían a no realizar la ablación a una de las dos hijas, pero no firmaron el compromiso respecto a la otra niña.

Según los forenses, las lesiones que sufre la niña a raíz de la intervención le pueden comportar infecciones génito-urinarias vesicales recurrentes, tendencia a cálculos renales en las vías urinarias, obstrucciones del tracto urinario, incontinencia urinaria y fístulas génito-urinarias, enfermedad inflamatoria infertilidad, dolor menstrual intenso, aumento del riesgo de infecciones de transmisión sexual, retención del sangrado menstrual dentro de la vagina, coitos dolorosos, ausencia de libido, de capacidad para excitarse y de tener orgasmos, así como fobia sexual por aversión al sexo.

Además, los forenses aseguran que las mujeres con mutilación de grado 3 sufren problemas adicionales como la necesidad de reapertura del introito vaginal, ya que forma parte del ritual matrimonial para facilitar la introducción del pene, y en ocasiones puede comportar nuevas intervenciones quirúrgicas para corregir el sellado o estrechamente vaginal para permitir el parto.

También se incrementa el riesgo de imposibilidad de parto natural, desgarros vaginales, aumento de las episiotomías para ensanchar el canal vaginal, mayor necesidad de cesáreas e incremento del riesgo de hemorragias postparto. Las estancias en el hospital suelen ser más largas y también aumenta la mortalidad materna y los bebés.

En cuanto a trastornos psicológicos, puede acarrear depresión, terrores nocturnos, miedo, ansiedad crónica, fobias e incluso alteraciones psicóticas. También pueden sufrir confusión y sentimientos contradictorios por la diferencia de valores entre la sociedad de origen y la que viven, incertidumbre y temor de las niñas y adolescentes cuando se dan cuenta de lo que sufren, y miedo a las primeras relaciones sexuales o al parto.

Hasta el momento, la niña no ha sufrido disfunciones genitales, urinarias, orgánicas o psicológicas, según explica.

Por todo ello, la fiscalía acusa a los padres de un delito de mutilación genital, como inductores, con el agravante de parentesco. Les pide 10 años de prisión y la inhabilitación para ejercer la patria potestad sobre la hija durante diez años, lo que debería comunicarse a la DGAIA. También deberían indemnizar a su hija con 60.000 euros.

Lee todas las noticias de Rubí en EL PERIÓDICO Rubí