FIESTA MAYOR

Rubí honra la tradición de Sant Pere condicionada por la covid-19

La festividad estuvo marcada por el homenaje a las personas que han sufrido en primera línea el coronavirus

Los Gegants de Rubí acudieron a la cita de Sant Pere.

Los Gegants de Rubí acudieron a la cita de Sant Pere. / AYUNTAMIENTO DE RUBÍ

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El Ayuntamiento de Rubí y entidades locales han colaborado para ofrecer una pequeña programación de actos con motivo de la festividad de Sant Pere, patrón de la ciudad, a pesar de las cancelaciones a consecuencia de la covid-19.

Los actos se iniciaron el domingo por la tarde con la presentación de las directoras de los centros para la gente mayor de Rubí, que ofrecerán el pregón de la fiesta de septiembre: Lina Arranz Galiano, directora de la residencia Amanecer; Soledad Peña, gerente de este mismo centro; María García Niño, directora de la residencia Rubí (Primer de Maig); y Claudia María García España, en nombre del Grup Rubí Social (propietario de las residencias El Cel de Rubí y Conxita Valls).

Así, las directoras de las residencias tuvieron ocasión de expresar "la dureza de la situación vivida" y de agradecer a las familias su gran comprensión en estos momentos de incertidumbre.

Un Sant Pere atípico

El resto de la programación de Sant Pere estuvo protagonizada por algunos de los símbolos de la Fiesta Mayor, eso sí, condicionados por las medidas sanitarias. Una parte de las actividades se han hecho sin público, pero se han podido seguir en directo a través de las redes sociales municipales, mientras que otras han visto alterado su funcionamiento habitual.

Ante la imposibilidad de celebrar el concierto del Obrador Coral tal como estaba previsto, el domingo por la noche se emitió por redes sociales la actuación de la entidad en la Fiesta Mayor de 2006. Al día siguiente, día de Sant Pere, la jornada se inició con el plante de los Gegants de Rubí al Ayuntamiento y un pequeño baile institucional ante las autoridades.

La festividad también se celebró con visitas guiadas al Museu Municipal Castell (MMUC) y El Celler, en las que participaron cerca de una quincena de personas, y con un vermut musical en el Ateneu que contó con la asistencia de unos 60 espectadores. Por último, la festividad se cerró por la noche con un castillo de fuegos desde dos puntos diferentes de la ciudad: el Escardívol y La Serreta.

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