ELECCIONES GENERALES 2019

Ciutadans salva el colapso de la derecha en Catalunya

El partido naranja revalida los cinco escaños logrados en el 2015 y 2016 y califica de "extraordinario" el resultado

Inés Arrimadas vota en la escuela Ausiàs March de Barcelona

Inés Arrimadas vota en la escuela Ausiàs March de Barcelona / periodico

Carlos Márquez Daniel

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Repetir el mismo número de diputados cuando tu partido, a nivel nacional, aumenta el número de aforados de manera considerable, puede ser una buena o una mala noticia. En Ciutadans, la ahora delegación autonómica de Ciudadanos, lo han tenido claro a la hora de valorar los resultados: en esta Catalunya, revalidar los cinco asientos cosechados en el 2016 y en el 2015 es una heroicidad.  

Inés Arrimadas ha optado por seguir los resultados desde Madrid a pesar de ser la cabeza de cartel por Barcelona. Para muchos, una muestra más de que la líder de la oposición en el Parlament lleva tiempo con la cabeza instalada al otro lado del Ebro. Se ha marchado después de votar en la capital catalana, donde se ha encontrado a un miembro de la mesa electoral que se ha negado a saludarla. «Demuestra claramente la fractura social que existe en Catalunya», ha dicho David Mejía, secretario de comunicación de Ciutadans, encargado de la primera valoración en caliente de los resultados desde un hotel del nuvo skyline del 22@ barcelonés.

Goleada al PP

El partido de Albert Rivera ha calcado sus resultados anteriores, con cuatro diputados por Barcelona y uno por Tarragona. En número de votos, con seis puntos porcentuales más de participación respecto al 2016, Ciutadans ha logrado casi 100.000 apoyos más, y en porcentaje se ha quedado cerca de Junts per Catalunya, a menos de un punto porcentual y a poco más de 20.000 sufragios. Al PP lo ha superado por más del doble de votos, lo que vendría a cimentar la tesis de que Ciutadans ha logrado salvar los muebles ante la caída de la derecha constitucionalista en Catalunya, con permiso de VOX, que ha arañado un asiento en la circunscripción de Barcelona.

Sin la cabeza de cartel –decisión que descafeinó sobremanera el acto en la capital catalana, con apenas simpatizantes y tan solo un puñado de aforados catalanes o candidatos a las próximas municipales, pero sin el alcaldable Manuel Valls–, quien ha dado la cara después de que Rivera haya hecho lo propio desde Madrid ha sido el diputado en el Congreso Toni Roldán. Exultante, ha calificado el resultado de «extraordinario»  y ha repasado el incremento gradual de escaños del partido tanto en Parlament como en la Cámara baja española. En una comparecencia de poco más de cinco minutos, y a las 0.15 horas, nada ha dicho sobre Catalunya. Eso sí: «Enormemente felices».