Myriam Martínez, del maletín a la chancla

Hace tres años guardó en el baúl de los recuerdos su maletín de ejecutiva, un currículo de oro en Recursos Humanos, una nómina envidiable y una vida acelerada. Abrazó la calma de su propia posada rural en una isla brasileña.

Myriam Martínez,

Myriam Martínez, / periodico

PATRICIA CASTÁN
BARCELONA

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Myriam Martínez (Barcelona, 1971), escena 1. Se abre el telón: año 2004, con poco más de 30 años, esta psicóloga máster por EADA es responsable de Recursos Humanos Internacional del gigante Inditex (90.000 empleados) para Asia, África y Este de Europa. Viaja sin parar para seleccionar y formar personal, supervisar nuevos equipos, gestionar aperturas de tiendas en Indonesia, Malasia, Ucrania, Filipinas, Rusia, Serbia... Vive entre hoteles y aviones. Tiene un buena nómina, sin marido ni cargas familiares. Es una profesional de éxito... Pero duda si sigue el sinuoso camino de la felicidad.

Escena 2. Año 2009, un viaje a Brasil, dos veces aplazado, se materializa. Llueve tanto en Río de Janeiro que siguen el consejo de volar a Boipeba, una isla idílica frente a Salvador de Bahía. No es la primera vez que ve un paraíso, pero sí la primera en que el destino (o el cursi de Cupido) le cruza con el amor de su vida. Flechazo, viaje revelador y vuelta a Barcelona. Mucho que pensar, o tal vez no tanto. La voz interior ya hablaba muuuuucho antes de un cambio de vida radical. De un sueño.

Escena 3. Momento presente. Myriam Martínez y Nilton Lucas d'Araujo regentan Casa Bobo. Unapousadarural formada por varias casitas en la zona más salvaje de Boipeba, con vistas al mar. Integrados en la vida cotidiana de una aldea tradicional. Sin más transporte que tractores y burros. Vida en chanclas sostenible y eco 100%, amor, mucho trabajo y primeros frutos. El alojamiento en el que se han dejado la piel y el alma se ha convertido en la posada más popular de las 31 de la isla en el portal-biblia del viajero Tripadvisor. Tienen cinco estrellas sobre cinco. Acaban de obtener el certificado de Excelencia 2013 y hace poco ya eran el número dos en popularidad de todo el Estado de Bahía (del tamaño casi de España).

¿Qué ha pasado entre actos? Pues, sobre todo, decisiones firmes y mucho trabajo. «No hace falta irse a otro país para reinventarse, pero yo lo decidí así aprovechando que el lugar era increíble y que Brasil está en auge y con varios acontecimientos importantes a corto plazo», argumenta.

Su perfil no responde al de un quemado por el trabajo más. Esta rubia infatigable, capaz tanto de organizar y gestionar con disciplina alemana, como de hacertrekkingpor la selva de Borneo, bailar samba con pasión y dejar huella en el viajero que se aloja en su morada, ya daba muestras de que viviría varias vidas cuando era solo una veinteañera.

Entre puestos de responsabilidad en Recursos Humanos de General Óptica y de Cottet tuvo tiempo para atreverse con una excedencia en Nueva Zelanda (curso de inglés), Australia, Fiji... 10 meses que le dejaron claro que donde más fuerte latía su corazón era en la jungla, conviviendo con tribus ancestrales y sintiendo la «plena energía de la naturaleza». A la vuelta a Barcelona, siguió su carrera laboral hasta ser fichada por Inditex. Pero la llama estaba encendida. Lo daría todo en su profesión unos pocos años, pero ahorraría hasta inventar otra vida, más serena y plena.

El viaje a Brasil, el enamoramiento y el momento vital se aliaron cósmicamente. Nilton, que además da clases de educación física en una escuela de la isla y crea la artesanía que venden en su propia tienda de la posada, se ofreció a mudarse a Barcelona. Pero ella supo que no le bastaba con una masía rural. El escenario tenía que ser otro.

Lo más difícil de la aventura vital -por no hablar de crear sus casas sostenibles, levantarse al alba, vivir sin comunicaciones...- es estar lejos de familia y amigos, dice rotunda. Ahora un internet «lento» le da alas, pero disfruta del contacto directo con lugareños. Del silencio. De «saber que se puede». Y tener claro que vive otra estación de paso. «Existen miles de oportunidades». Continuará.