Costa Brava

Los bañistas llenan una playa de L' Escala cerrada desde hace un año por desprendimientos

El ayuntamiento admite que no puede controlar el acceso las 24 horas y que existe el compromiso de Costas de actuar el año que viene colocando mallas de contención

Playa cerrada de l'Escala por desprendimientos

Playa cerrada de l'Escala por desprendimientos / PERE DURAN / NORDMEDIA

Carme Vilà

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Los bañistas llenan a diario la cala de Illa Mateua, de L'Escala, aunque desde el año pasado se mantiene el acceso prohibido por riesgo de desprendimiento. El Ayuntamiento colocó vallas y carteles informando de la restricción, pero admite que muchos veraneantes se las saltan y que no puede tener vigilancia las 24 horas. El servicio territorial de Costas habría garantizado que está previsto desplegar una malla de retención de cara al próximo año y sustituir la actual en los tramos donde ya está colocada.

La cala de Illa Mateua se sitúa al final del litoral de Les Planasses, cerca de Punta Montgó. A pie de un acantilado, la zona está llena de cantos rodados y rocas, y se caracteriza por tener una pequeña isla rocosa junto a la costa que da nombre a la cala. Está situada dentro del Parque Natural del Montgrí, las Illes Medes y el Baix Ter. Cuenta con un único acceso a pie por unas escaleras que el ayuntamiento construyó hace varios años con la autorización de Costas. Se trata de una cala rocosa con acantilados alrededor. Una parte de estos últimos tiene una malla de retención, aunque colocada hace muchos años, bastante deteriorada.

En Montgó

Situada en la zona de Montgó y rodeada de establecimientos turísticos, "es una playa consolidada de uso de zona de campings" y también de vecinos de la población, explica el alcalde, Josep Bofill.

Bañistas en la playa de L'Escala cerrada por desprendimientos.

Bañistas en la playa de L'Escala cerrada por desprendimientos. / Carme Vilà

En julio del año pasado se desprendieron dos rocas de grandes dimensiones. Cayeron en la zona donde se sitúan los bañistas, al principio de la cala y donde no hay malla de retención.

El ayuntamiento se vio obligado a cerrar. Se colocaron una valla justo en el acceso por las escaleras, así como carteles informando en cuatro idiomas (catalán, castellano, inglés y francés).

Actuación el próximo año

El alcalde constata que es imposible tener policía vigilando permanentemente. Bofill explica que el pasado año se enviaron a agentes a la zona para informar y controlar el acceso, y que la Policía Local avisa cuando se detectan personas en ella. Aun así, es consciente de que la afluencia de gente, por lo que apela a la responsabilidad.

En el momento del desprendimiento, el alcalde afirma que se contactó inmediatamente con Costas dado que la cala se ubica en el dominio marítimo-terrestre, al tiempo que se envió un informe al Parque Natural del Montgrí, las Medes y el Baix Ter.

"Playa consolidada"

En las primeras conversaciones, desde Costas se mostraron reacios a tomar medidas porque, según mantenían, "la política desde hace varios años es de no actuar en temas medioambientales, y que la naturaleza haga su recorrido". El consistorio insistió en que se trata "de una playa consolidada" desde hace muchos años. Tras varias reuniones "accedieron a realizar un estudio de sustitución de la malla actual y que se acabara de ampliar".

El Ayuntamiento tiene el compromiso por escrito del servicio territorial de Costas en Girona de que se llevará a cabo una actuación el próximo año para acabar de colocar mallas que contengan posibles desprendimientos. El Ministerio de Medio Ambiente deriva la responsabilidad de la seguridad en el Ayuntamiento y no ha dado detalles de posibles actuaciones.