Barcelona se confina en la playa

<strong>Barcelona huele a confinamiento</strong>. Ya lo ha adelantó el sábado Carlos Márquez en este diario. Cierre perimetral + toque de queda + todo-lo-que-se-te-ocurra-hacer prohibido = fin de semana al aire libre. Si viene un segundo confinamiento, está claro que a los barceloneses les pillará en la calle. La ciudad coge aire antes de volver a los brazos de Patry Jordan y del 'balconing' doméstico.  

A falta de bares, aún nos queda la Coca-Cola, patatas, cerveza, beer. La alcaldesa Ada Colau descartó el viernes cerrar las playas. También pidió a los barceloneses evitar las concentraciones.

Ni Halloween, ni Castanyada, ni cementerios. Este año Todos los Santos se ha pasado con mar de fondo. Decir que las playas se han llenado este fin de semana se quedaría bastante corto. No encontrarías a Wally en las fotos de este domingo. Temperaturas primaverales, mucha toalla al sol y más chapuzones de lo que recomendaría el calendario. Parecería casi una estampa precovid si no fuera por la presencia policial.

Multitudes de paseo, running, pádel, tumbing. Postal playera habitual a excepción de los partidos de voléibol. La guardia urbana fue desmantelando las redes para evitar tentaciones.

“Sol y pícnic”, se encoge de hombros Nuria, una dominguera ambulante, entre patatas y cerveza. “Confinados en la Barceloneta”.