Polémica por la construcción de más viviendas en la cala de Aiguafreda, en Begur

Salvem Aiguafreda y SOS Costa Brava, en contra del plan urbanístico para ampliar una urbanización de los años 70

La cala de Aiguafreda, en Begur, en una vista de Google Maps.

La cala de Aiguafreda, en Begur, en una vista de Google Maps. / periodico

Arnau Soto

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Las entidades ecologistas Plataforma Salvem Aiguafreda y SOS Costa Brava rechazan el proyecto urbanístico de construcción de 180 viviendas en la zona urbanizable de cala de Aiguafreda en Begur, vigente desde los años 70. El proyecto, que permitirá construir, si finalmente se aprueba, viviendas de segunda residencia, la mayoría unifamiliares, y tres nuevos hoteles, ocupará una superfície total que rondará los 145.564 metros cuadrados.

Según el alcalde de Begur, Joan Loureiro, "La urbanización en cuestión no es nueva. Contiene edificaciones desde 1975 hasta su aprobación en el informe del 2003. El único cambio que hemos hecho desde el Ayuntmaiento es finalizar todos los servicios públicos para poder dar licencias urbanísticas, es decir: la red de alumbrado público, de telefonía, de depósito de agua, etcétera", afirma.

Estas entidades ecologistas,  Plataforma Salvem Aiguafreda y SOS Costa Brava, que vienen manifestandose cada verano en contra de todos los proyectos que amenazan al litoral gerundense de la costa catalana, han pedido la retirada del proyecto. Asimismo, entidades vecinales junto a La Plataforma Salvem Aiguafreda han presentado alegaciones en contra del plan urbanístico del Ayuntamiento, cuyo plazo de entrega finaliza este lunes.

Lydia Chaparro, vecina del municipio y portavoz de Ecologistas en Acción, apunta: "Este tramo del litoral catalán ya sufre una saturación insostenible los meses de verano. La construcción masiva de segundas residencias pone en peligro el carácter auténtico con el que el Ayuntamiento se publicita y, además, podría conllevar consecuencias negativas para los negocios turísticos tradicionales".

Ausencia de informes de impacto ambiental

La urbanización de este tramo de la costa cuenta con un informe favorable de la Direcció General de Polítiques Ambientals de la Generalitat en 2016 pero, según Ecologistas en Acción, en este informe de siete páginas la Generalitat se limita a evaluar si la zona urbanizable invade o limita con los espacios protegidos pero omite cualquier otro tipo de evaluación ambiental concreta. "De hecho indica que se trata de un espacio natural ya muy fragmentado, pero que el Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) es congruente tanto en la delimitación como en la regulación", ha explicado Chaparro.

Según La Plataforma Salvem Aiguafreda, la memoria que ha presentado el Ayuntamiento no incluye ningún informe de evaluación ambiental y considera que en el contexto actual de escasez de recursos naturales y de cambio climático "las actuaciones urbanísticas especulativas como esta deberían formar parte del pasado, no del futuro que queremos construir".

Actualmente, cerca del 20% de la zona urbanizable en las proximidades de la cala de Aiguafreda ya esta construida y planteada desde un proyecto urbanístico de los años 70. El alcalde de la localidad gerundense, Joan Loureiro, defiende que "las últimas modificaciones del POUM han ido de la mano de la Generalitat y avalan los espacios naturales protegidos que presentamos en el proyecto, como el espacio Natura 2000, y que no se incrementa la edificabilidad, como afirman las entidades ecologistas".

S.O.S Costa Brava

El caso de Begur no es el único en el desarrollo urbanístico de zonas turísticas de la costa catalana. El pasado viernes día 30 numerosas entidades se reunieron en la sede de la Associació de Naturalistes de Girona para organizarse como plataforma SOS Costa Brava y para acordar un frente común en la defensa y conservación del litoral de la costa de Girona.

Sergi Nuss, miembro de la Associació de Naturalistes en Girona, valora muy negativamente la posición que ha adoptado el Ayuntamiento en este proyecto "Estamos hablando de una planificación obsoleta, en la que el propio POUM recoje que se puede reducir el espacio urbanístico, por eso no compartimos la posición del Ayuntamiento en proponer su urbanización".

También ha añadido, en nombre de la Associació de Naturalistes de Girona, que "el proyecto es un despropósito". "Tenemos experiencia -añade- en desclasificaciones de suelo y no entendemos como desde el consistorio se opta por explotar uno de los terrenos más vírgenes de la Costa Brava".