Dónde cumplir tus propósitos del 2024 en Barcelona

«Perder esos kilitos de más», ‘check’. «Beber mucho menos», ‘check’. «Tener más tiempo para lo que importa», ‘check’. «Ahorrar dinero», ‘check’. Ya está, lista de propósitos de año nuevo hecha. Te falta añadir unas risas enlatadas mientras las lees. Sí, cada año hacemos el mismo ritual: nos ponemos introspectivos a lo Buika dando valoraciones en ‘Operación Triunfo’ y acabamos confeccionando una lista con deseos más ambiciosos que las condiciones de Junts al PSOE. Pero la estadística va en tu contra: ni un 10% de los españoles cumple sus propósitos. Si este dato no te desmotiva, te enseñamos trucos para amenizar la lista. 

1. «Tendré una vida más sana»

Come bien y chúpate los dedos

Te has prometido empezar el año haciéndole un détox a tu cuerpo que ni los participantes de ‘Supervivientes’, pero tus habilidades de cocina se limitan a las de los restaurantes favoritos de Bertín Osborne: croquetas, tortilla de patatas y chuletón. Misión imposible. Para una vida sana, toca aprender a cocinar sano. ¿Una forma fácil y motivadora de hacerlo? Pásate por los restaurantes ‘healthy’ insignia de Barcelona y prueba todos sus platos: de ahí saldrán mil ideas para aumentar tu repertorio cotidiano. 

Una recomendación de TikTok es el Nudes (Rec, 10), un local «muy ‘aesthetic’», como dicen en la red social, especializado en todo lo ‘healthy’, es decir, zumos verdes, batidos détox y platos y ‘snacks’ con productos de mercado. Más recomendaciones: el Sopa (Roc Boronat, 114), cuyo nombre lo dice todo, el Flexbowls (Diputació, 289) y el Maai (Regàs, 30), que triunfan en Instagram con sus ‘bowls’ sanos. Por supuesto, no puede faltar Honest Greens, que con 228 mil seguidores en Instagram son los auténticos ‘influencers’ de la vida sana. De hecho, son más que un restaurante: tienen su propia comunidad y ‘app’, con planes ‘eco’, ‘fit’ y ‘healthy’. 

Y si a la comida sana ya le añades coger una rutina deportiva, te tendrás que montar una fiesta que ni la que Leonor se pegó en Zaragoza. Y encontrar la motivación deportiva es mucho más fácil de lo que crees. Simplemente apúntate a alguno de estos gimnasios para los que odian los gimnasios. “Si no vienes un mes – prometen en RockFit-, donamos tu cuota a la ONG que tú nos digas”. 

2. «Voy a ahorrar»

Renovar el armario te va a salir barato

Este año tu economía parece que esté gestionada por el FMI, porque se estila la austeridad. Nada de gastar en caprichos innecesarios como la ropa. Sí, es un bien de primera necesidad, pero no tiene por qué ser nueva y recién comprada. Hay muchas opciones para renovar el armario sin acabar con una factura más larga que la que le pasó a Ayuso su hermano. Por ejemplo, el ‘upcycling’, es decir, costura creativa, que consiste en darle una segunda vida a tu ropa. Sostenible, creativo y tendrás piezas únicas. Los referentes de Barcelona son Upcycling Barcelona (Diputació, 356), «la original», aseguran.

3. «Conseguiré pareja»

Este Sant Jordi cae rosa

¿Tinder no te funciona? ¿Estás más cerca de vestir santos que de desvestirte en casa ajena? No tires la toalla, todavía tienes oportunidades: ve a un ‘speed dating’. «En tan solo una hora y media, conoces una media de 12 personas en citas rápidas de 7 minutos», explican desde BeDazzling, empresa que organiza el ‘speed dating’ más multitudinario de Barcelona, ahora afincado en Hotel Indigo (Gran Via de les Corts Catalanes, 629). Gruppit organiza cada miércoles 'afterwork' en el Hotel Ocean Drive (Aragó, 300) para conocer gente nueva.

También se estilan las citas a ciegas, con agencias de casamenteros como citesacegues.cat, una especie de Celestina del siglo XXI que, a través de largos tests de compatibilidad analizados por profesionales, te encuentran el ‘match’ perfecto. ¿Prefieres que te encuentren? Deja tu nombre, tu Instagram o tu móvil en el Tinder analógico de la papelería Raima (Comtal, 27), un mural lleno de solteros dispuestos a enamorarse. Y sí, funciona: han tenido casos de éxito.

4. «Aprenderé a desconectar»

Haz un détox mental

Estamos quemadísimos. Los expertos apuntan a que entre el 80% y el 60% de la población sufre de estrés nivel chihuahua. Toca grabarse en la mente que es hora de desconectar. Aunque parezca que no, en Barcelona es fácil encontrar la paz a base de ‘ommm’. Por ejemplo, en la Casa d'espiritualitat Sant Felip Neri (Nena Casas, 47) tienen decenas de talleres y actividades con el objetivo de estar en silencio, desconectar y reflexionar.

Y alejándote de la ciudad un poquito, subiendo la sierra de la Marina, te encontrarás con Sant Jeroni de la Murtra (camino del Monasteri, s/n, Badalona), un monasterio que ha cambiado los peregrinos por gente con ‘burnout’. Alquilan sus celdas monásticas a gente que necesite desconectar. Y por solo 20 euros la noche.

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5. «Experimentaré cosas extremas»

Adiós a la rutina por la puerta grande

¿Cuándo fue la última vez que saliste de tu zona de confort? Este año seguro que te has propuesto vivir grandes aventuras, experimentar algo que te tenga el corazón palpitando al ritmo de una arritmia. Estás en la ciudad perfecta: Barcelona tiene muchas opciones de planes extremos. 

Para empezar, vive tu propio entierro. Es la premisa de Catalepsia (Indústria, 268), una ‘escape room’ donde te despiertas dentro de un ataúd y tienes que salir. Ansiedad asegurada. ¿La claustofobia no es lo tuyo y prefieres una experiencia extrema a lo ‘Jaws’? Apúntate a Radikal Swim (BISC, parque del Fòrum, s/n): nadar a mar abierto, no importa lo fría que esté el agua. 

Hablando de agua fría: los talleres de Uri Imperial, el hombre de hielo, capaz de estar 20 minutos en agua a 3 grados. Es Ice Bath Barcelona, una experiencia que te dejará los pezones como Pamela Anderson en ‘Los vigilantes de la playa’: sumérgete en una bañera con 220 kilos de cubitos. ¿Su reto? Aguantar dos minutos de reloj en su agua helada. Serán los minutos más largos de tu vida.

También están las experiencias culinarias extremas. ¿Has probado carne de cocodrilo o avestruz? Pues ya va tocando, pásate por L’Empanat (Monlau, 60). ¿Prefieres carne de canguro? Tu sitio es el Volta al món (Muntaner, 51). Un insólito viaje en tu paladar. 

6. «Encontraré un hobby»

Haz manualidades o ve a darte de hostias

¿Te ha pasado lo de tener un día libre y no saber que hacer? Sí, algún día de tele y sofá está bien, pero… ¿es así como quieres pasar los pocos momentos que no dedicas a trabajar como una mula? Esta es la pregunta existencial que cada vez más ‘millennials’ se hacen, dándose cuenta de lo vacía que está la vida si no la adobas con aficiones. 

Un plan al alza es el de manualidades con vino. Seguro que ya te han aparecido en miles de ‘stories’. Su éxito es comprensible: es divertido, barato, puedes hacerlo sin experiencia previa y, además, acabas más piripi que Lydia Lozano en un yate. Una forma perfecta para llenar los días. En Barcelona tienes todas las combinaciones. ¿Pintura y vino? Arte Bar (Roger de Flor, 135). ¿Cerámica y copita? Feliz Studio (Coll i Vehí, 51). ¿Collage y ‘brunch’? Leopardo Leopardi (Gran de Gràcia, 202). 

Otra manualidad que triunfa en Reels y TikTok es el ‘tufting’, crear desde alfombras hasta bolsos a base de darle al gatillo a una pistola… de hilo, claro. En Barcelona puedes practicarlo en Tutu Studio (Diputació, 341), Duduá (Diluvi, 5) o Mariadela Araujo Studio (Cabanes, 38). Eso sí, aquí mejor no mezclarlo con una copita de vino, por el mismo motivo que no harías de copiloto de Ortega Cano. 

Samurai Experience: aprende a manejar katanas en Barcelona

Y una última recomendación. Esta, de la mano de los cazadores de tendencias, que aseguran que 2024 será el año de las artes marciales. Para aprender a dar patadas, puñetazos y llaves hay muchas opciones, como la cadena Brooklyn Fitboxing, con decenas de locales por toda Catalunya para sentirse como Rocky Balboa. ¿Buscas algo más fuera de serie? Conviértete en samurái. En Samurai Experience (Consell de Cent, 605) tienes la experiencia 360º: te enseñan a cortar con katana, la meditación samurái y hasta puedes degustar sushi y dulces japoneses.

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